Por Daniel Armando Vogel – Hola, buen día, buen domingo para todos. Ya entrada la segunda quincena de enero de 2024, muchas cosas empiezan a ocurrir, y se van acortando los tiempos. Por ejemplo, en la política y lo que tiene que ver directamente con nuestro diario vivir, el DNU y la llamada Ley Ómnibus que se pretendía saliera del recinto del Congreso Nacional en esta quincena, antes de fin de mes. Aunque ahora y en medio de intensas negociaciones, se le regaló otra más, terminará por si o por no, en la siguiente, en los primeros 15 días de febrero.
En el transcurso de la semana que ha terminado, recibí el pedido de un lector para publicar una carta de lectores, la que transcribo a continuación y que usaremos como disparador, para terminar en este domingo, ésta columna de opinión.
Me escribe el profesional Esteban Angel Berruet, que firma con DNI: 20.522.806, ofrece su número de matrícula MP: 111.604 y sus datos personales, su e-mail: [email protected] y celular, que seguramente será WhatsApp: 02923 15 698496
Así la titula y la argumenta: “El IOMA no puede salirse de su libreto”
La clara política de distorsión de la realidad, de confrontación ideológica e imposición de medidas político-administrativas de difícil explicación, han llevado a la destrucción de un sistema de atención que otrora se ha caracterizado por GARANTIZAR accesibilidad y calidad de atención al universo de más de 2 millones de afiliados.
En honor a las textuales palabras del Dr. Giles que expresa “esta obra social es responsable de la salud de sus afiliados…” es que debería garantizar las prestaciones requeridas; basta con preguntarle a cualquier afiliado al IOMA que necesite una prótesis, un stent, tratamiento oncológico, medicación habitual (ni hablar medicación de alto costo), internación domiciliaria, etc. para ver que NO CUMPLE. Como prestadores y afiliados esperamos respuestas.
Es necesario un cambio. Es imprescindible el uso racional del recurso con foco en el afiliado y en las urgentes necesidades asistenciales, dejando de lado los negociados y vicios ideológicos que se apartan de la realidad. Es necesario salirse del libreto.(SIC de Berruet).
Mientras leía la legítima preocupación que dispara la Carta de Lectores de Esteban Ángel, pensaba en cuantas cosas se “están saliendo de libreto” en este inicio de año.
Por ejemplo, los precios de alimentos, de combustibles, de servicios, de sueldos. ¿o no?
Pero, también se “salen de libreto” los ñoquis. Los “chocolate” de las tarjetas bonaerenses… O vuelos de aviones, no para llevar presidentes a encuentros muchas veces inservibles para el pueblo hambreado argentino, sino para hacer de canillitas.
Se salen de libreto y Sarmiento no lo celebraría, los alumnos que se reciben sin saber leer, interpretar textos, redactar o dividir y multiplicar.
Se sale de libreto entonces, la cultura y el futuro del país que supo darnos ilustres profesionales como Favaloro y científicos admirados mundialmente.
Se sale de libreto el enriquecerse a costa del otro, como en el caso de muchos sindicalistas multimillonarios y/o políticos que viven del pobre cada vez más empobrecido, en sus nefastas plataformas de pornográficas campañas electorales.
Si, la lista sería muy larga de lo que se sale del oscuro libreto de los últimos años de la vapuleada democracia argentina.
En realidad, tampoco sabemos si este presente elegido e incierto, políticamente hablando del 2024, no se saldrá también de muchos libretos democráticos.
Pero, siempre se está en riesgo de estar peor.
Ojalá estemos escribiendo un libreto que nos haga felices.
Como dice sabiamente mi querido suegro Ricardo, que este jueves cumplió 85 años: “El tiempo será testigo”.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…