El experimentado regatista, ganador de dos bronces y un oro, formó parte de los atletas legendarios que se pasaron de mano en mano el fuego sagrado para darle comienzo a esta edición de París 2024.
Esta vez no se lo verá sobre su embarcación sobre las aguas francesas, ya que no logró clasificar a estos Juegos Olímpicos, pero igualmente Santiago Lange se las arregló para estar bien cerca de la delegación argentina que competirá en París 2024. Y este viernes, a horas de la ceremonia inaugural, protagonizó un momento muy emotivo.
Es que el experimentado regatista, ganador de dos medallas de bronce (Atenas 2004 y Beijing 2008) y un oro (Rio 2016), formó parte de los atletas legendarios que llevaron la antorcha y se la pasaron de mano en mano por la Villa Olímpica.
El además abanderado nacional en Tokio 2020 (ahora serán Luciano De Cecco y Rocío Sánchez Moccia) no pudo sacar boleto para competir en esta edición y es por eso que la plaza albiceleste fue ocupada por Mateo Majdalani y Eugenia Bosco. “Estoy seguro que Argentina en Vela puede traer medallas, Mateo y Eugenia son atletas increíbles, obviamente que hay una complejidad y hay que competir, pero tenemos la seguridad que estamos muy bien representados”, aseguró Lange, de 62 años.
Partícipe en seis Juegos Olímpicos, hoy le toca ver las acciones desde afuera y lo vive como un hincha más: “Son los primeros retirado, es una carrera muy larga y es la primera vez que los disfruto desde otro lugar, lo lindo es que son muy especiales para mí, lo que uno siente y las sensaciones que uno siente y dan los Juegos Olímpicos es maravilloso y tener el privilegio que me haya invitado el Comité Olímpico es maravilloso”.
Y cerró en una charla con Saque de Arco: “Cada campaña Olímpica deja grandes aprendizajes y este también, lo lindo de haber competido con alguien que quiero muchísimo que son Mateo y Eugenia, Mateo fue nuestro entrenador y es mucho más joven que yo. Son derrotas que sientan bien, es lindo saber que Argentina tiene un gran representante que puede ganar medallas”.