SE VAN A TENER QUE IR ANTES QUE SE VAYAN

Por Daniel A. Vogel | DIRECTOR – Buen día, buen domingo para todos! El primero del mes de octubre, y les propongo que me acompañe el pensamiento de esta jornada dominguera. 

Pensemos en esta mañana en la encuesta de la semana, donde preguntamos: CRISIS EN ARGENTINA. Otra vez los argentinos estamos en un momento crucial. Muchos dicen querer irse del país. Otros apuestan. Y vos ¿Qué harías? Y dimos cinco opciones (ver recuadro con resultados). 

Pensemos en lo difícil que debe ser para un joven que está terminando su carrera profesional, o que recién la ha terminado, encontrar motivos reales para quedarse en Argentina. 

Mire: Crece la Covid-19, a pesar de los 200 días de confinamiento y miles de conjeturas; crece la disputa política a pesar de las pintorescas promesas del 10 de diciembre hace menos de un año y entonces, crece la grieta y con ella, crece la pobreza, crece la indigencia, crece la desocupación, crece la falta de garantía jurídica, crece las ganas de no invertir, crece la desconfianza, crece la implementación de medidas que de antemano todos ya sabemos que, han fracasado una y mil veces en el país y éstas, aparecen como la única opción para salir de la profunda crisis de hoy día. Lo único que decrece, es la clase media y el poder adquisitivo de estos y de los pobres también, porque tenemos la virtud de producir alimentos para 400 millones de personas, pero matamos de hambre a 40 millones, mientras retenemos impuestos, para darles de comer a 200 millones.  

En nuestro país, los pobres cada vez son más pobres, y la clase media, está en franca extinción. 

Todos vemos y más ven los jóvenes, como tenemos que soportar un Estado cada vez más achanchado, porque crece obsoleto y cada vez más gigante, por ende deben crecer los impuestos para sostenerlo a cargo del que produce, y crece la inflación, crece la falta de oportunidades en el país para los jóvenes, nos guste o no reconocerlo. 

No estoy en los pantalones de aquellos que, ante este momento crucial de la Argentina, piensan o creen que la solución es irse del país. No estoy, pero los respeto. 

En la encuesta de la semana preguntamos: CRISIS EN ARGENTINA. Otra vez los argentinos estamos en un momento crucial. Muchos dicen querer irse del país. Otros apuestan. Y vos ¿Qué harías? 

“Me quedo y hago patria”, ganó por poquito con el 33,33%, y sumado el “ni se me ocurre irme” con un 10,90% suman el 44,23%. Pero, observemos que entre “Me voy, ya me cansé” del 26,19% y, “Lo estoy pensando” con el 21,43%, suman un 47,62%.  

Casi un empate, ¿Por qué?, porque todavía a más de la mitad, nos queda algo de eso llamado ARGENTINIDAD. 

Sinceramente creemos que nuestros lectores han votado a conciencia y han participado en gran manera en esta encuesta que hemos puesto a consideración esta semana, y que muchos de los que piensan o ya decidieron irse, lo hacen como última opción, porque han apostado hasta hoy y viendo que no hay ni ideas y deseos de achicar el gasto público, sino mecanismos para terminar de asfixiar al que trabaja y produce, toman la más dura decisión, dejar de ser en su patria, para empezar a ser para siempre forastero y, advenedizo. 

Promesas solo ven y observan, un Estado jurásico, gigante, que no se moderniza y que no cumple con las necesidades básicas que la Constitución le impone, la de darnos seguridad, educación y salud a todos los habitantes de esta prodigiosa tierra que, por ineptos o corruptos, hemos destruido, poniéndola en los peores niveles entre los países más pobres del planeta, cuando hace unos 80 años supo estar entre los mejores. 

Y no está mal que algunos quieran irse; como no está mal que muchos queramos quedarnos, aunque empobrecidos, comiendo menos, sanándonos menos, educándonos menos, menos seguros con nuestros bienes y también jurídica e institucionalmente. Tal vez nos mantiene el amor propio, el no entregar la Celeste y Blanca, que cubre nuestros cielos. 

La pregunta es ¿hasta cuándo resistiremos? ¿hasta cuándo seguiremos soñando? ¿hasta cuándo toleraremos los bochornosos papelones de los discursos políticos que piensan sólo en ellos y en salvarse junto a los suyos, mientras dejan al pueblo cada vez más empobrecidos, sin esperanza, sin ilusión y sin sueños? 

No sé dónde se ve Ud.  

Estoy dentro del 33,33% que me quedo. 

 Quiero pensar que todavía puedo hacer patria. 

Otros ya se cansaron y se quieren ir. Muchos lo están pensando. 

Es tiempo ya que florezca la argentinidad. Es tiempo de que la dirigencia se dignifique y que empiece a actuar para seducir, no con zaraceo ni campañas políticas llenas de livianas promesas que no piensan jamás en cumplirles a los jóvenes, para que se queden a trabajar por esta patria.  

Será ese tiempo, cuando los políticos que viven de los que trabajamos se pongan a trabajar y empiecen a hacer argentinismo genuino, puro, que recuperen la dignidad y la vergüenza que hace mucho enajenaron y hagan honor al cargo que le hemos conferido en las urnas o, amigos politiqueros, pronto sino, volverán a sonar las cacerolas con aquel famoso que se vayan todos, que aún y para siempre resuenan en nuestro oídos y los del planeta, desde aquel diciembre de 2001, hace casi 20 años. 

¡Si!, esta vez sí, se van a tener que ir… antes que se vaya el 50% de los que huyen sin esperanzas, a un exilio forzado por todos los malos gobiernos, que tenemos y supimos tener, por décadas. 

AL QUE LE QUEPA EL SAYO…