El clima del partido más convocante del fútbol argentino quedó instalado recién este viernes, después de la primera semifinal de Copa Libertadores que el “Xeneize” empató sin goles con Palmeiras de Brasil en el mismo escenario, la mítica Bombonera.

Foto: Julián Álvarez

De manera excepcional, por capricho del calendario, el Superclásico de este domingo en La Bombonera comenzó a palpitarse a pocas horas de su pitazo inicial y, desprovisto de un carácter decisivo, sus efectos colaterales se proyectan a plazo diferido en la diferente realidad que atraviesan los dos gigantes del fútbol argentino.

El clima del partido más convocante del fútbol argentino quedó instalado recién este viernes, después de la primera semifinal de Copa Libertadores que el “Xeneize” empató sin goles con Palmeiras de Brasil en el mismo escenario mítico de Brandsen 805 del barrio porteño de La Boca.

La agenda internacional de Boca puso en segundo plano un Superclásico que se presume con mayor costo que ganancia, dado que una eventual derrota significará la considerable reducción del crédito para el entrenador en cuestión.

La suerte de Jorge Almirón, en cualquier caso, estará más vinculada al descenlace de la revancha en San Pablo, el jueves próximo; mientras que la situación de Martín Demichelis se presume más condicionada por el partido del domingo, después del desgaste originado por su interna con los referentes del plantel “millonario” tras la conquista del título de la Liga Profesional pasada.

Sin competencia continental hasta el próximo año, River afronta el Superclásico como una plataforma de relanzamiento, que puede afianzarlo en zona de clasificación para los cuartos de final de la Copa LPF y proyectarlo en la pelea por el título.

Eso mismo ocurrió en el primer semestre cuando su equipo le ganó a Boca en el Monumental, con un penal de Miguel Borja sobre la hora, y se encaminó luego hacia una brillante conquista que hoy, producto de la polémica y la baja de rendimiento de sus individualidades, parece algo lejana.

Demichelis, quien visitará por primera vez La Bombonera en su rol de entrenador, puso su cabeza en el partido desde la previa del último encuentro con Banfield, para el que reservó algunos nombres de peso como Enzo Pérez o el uruguayo Nicolás De la Cruz.

De todos modos, frente al rendimiento oscilante de su equipo en la actual competición, mantiene dudas en todas las líneas para definir la formación inicial. En sus posibilidades de elección, el DT contará con cuatro jugadores (Franco Armani, Milton Casco, Enzo Pérez y Gonzalo Martínez) presentes en la última victoria ante Boca de visitante, un 2-0 logrado el 23 de septiembre de 2018 en la era de Marcelo Gallardo.

El “Pity” Martínez volverá a disputar un Superclásico luego de haber transformado en un símbolo ganador en duelos con el máximo rival, especialmente por el gol que remató la final de la Copa Libertadores 2018 en el estadio Santiago Bernabéu.

En Boca, el panorama también es de incertidumbre en cuanto a la formación pero por la cercanía del primer partido con Palmeiras, que dejo un tocado: el capitán Marcos Rojo. Al exdefensor central del seleccionado argentino se le descartó una lesión muscular, pero igualmente será reservado para la revancha en el Allianz Parque paulista.

La formación “xeneize”, en su gran mayoría, se ordenará con futbolistas que no jugaron anoche o sumaron pocos minutos. Lucas Blondel, Marcelo Weigandt, Bruno Valdez, Nahuel Valentini, Marcelo Saracchi, Jorman Campuzano, Ezequiel Fernández, Exequiel Zeballos, Darío Benedetto y Lucas Janson tiene grandes posibilidades de iniciar.

Entre los que podrían repetir se encuentra el arquero Sergio “Chiquito” Romero y el mediocampista Cristian Medina.

“El partido que me tocó jugar en cancha de River todos sabemos que fue un robo. Por eso el domingo hay que ganar, porque allá nos robaron”, disparó Almirón anoche en la rueda de prensa posterior al empate con Palmeiras, en referencia al penal sancionado a favor de rival cerca del final del partido.

Boca y River se enfrentarán este domingo en el atípico horario de las 14:00, con arbitraje de Andrés Merlos y transmisión de ESPN Premium y TNT Sports.

El “Xeneize” lleva una ventaja de seis partidos (91-84-85) en el historial oficial de todas las competencias, nacionales e internacionales. Este domingo jugarán la edición número 261.