Según la Cámara Argentina del Libro, el primer trimestre de 2019 fue el peor en 5 años para el sector editorial

Según el informe anual de producción de la Cámara Argentina del Libro (CAL), el sector editorial comercial (responsable de un tercio de las publicaciones que se realizan en el país) sigue en problemas.

Las cifras, obtenidas mediante los registros de novedades en la Agencia Argentina de ISBN administrada por esa cámara, son elocuentes. En 2015, se habían producido 83 millones de ejemplares de nuevos títulos, mientras que en 2018 ese número se redujo casi a la mitad: 43 millones. Por otra parte, la cantidad cada diez mil habitantes pasó de 6600 en 2016 a 4400 en 2018.

“La crisis se está volviendo estructural”, admite Diana Segovia, gerenta de la CAL. Los editores estiman que, con la caída en el consumo de libros hechos en el país (que incluye impresos y digitales), se ha perdido ya un tercio del mercado.

 

En enero y febrero de 2019 se produjo un 35% menos de libros que en 2018. Si se comparan los índices de producción con los del primer trimestre de 2016, la caída roza el 50%.


La información detallada se dará a conocer el jueves 2 de mayo a las 14hs, en una conferencia de prensa en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.


En la sección “Encuestas de ventas de libros”, la CAL mide el impacto de las fluctuaciones de la coyuntura económica en la industria del libro. El aumento de costos (en especial, el del papel), el aumento de tarifas y la caída del consumo se consignan como las problemáticas principales que afrontan editores y libreros. La institución informó que al menos el 20% de las empresas editoriales había despedido personal en 2018.

¿Qué alternativas se pueden ofrecer ante este panorama?

“Reactivar el consumo e instrumentar políticas fuertes de promoción del libro y la lectura”, señala Segovia. En la Argentina, según consta en la última encuesta de consumos culturales del Sistema de Información Cultural de la Argentina (Sinca), el consumo de libros per cápita cayó de 3 a 1,5 en el período 2013-2017.

Las expectativas de los editores respecto del sector no son muy buenas. El 29% de los consultados cree que este año será mucho peor que 2018, y un 39% prevé que será peor. Cuando se los consulta respecto de las expectativas que tienen sobre sus empresas, el desaliento se achica. Un 16% estima que será mucho peor, y para un 27%, que será peor. Los optimistas, tanto acerca del sector como de la empresa en particular, son minoría: un 2% y un 4% respectivamente.

Fuente: La Nación