“Sentí que era el momento de sacarme esa espina que tenía clavada”

Hace cuatro años vivió una situación similar con los U15, pero con un desenlace diferente y amargo. Pero tuvo su paciencia y la revancha llegó en este 2017, donde Juan Negro tuvo en sus manos otra final de un Campeonato Argentino de Selecciones.

En esta ocasión con los U13, pero ante un mismo rival como Santa Fe. Y si bien estuvieron muy cerca de recibir otro golpe, sus dirigidos nunca bajaron los brazos y en el suplementario le dieron la alegría del título. Tras la consagración en Córdoba, el técnico zarateño que comando a Buenos Aires habló con EL DEBATE, donde analizó el título y expresó su enorme alegría.

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-Esta vez la revancha no vino rápido, pasaron cuatro años y quizás ni te imaginabas que la ibas a volver a tener, teniendo en cuenta que no es común llegar a un final de un Argentino de Selecciones, viniendo de la ABZC.

-Sí, desde hace cuatro años que juego en mi cabeza los últimos dos minutos de la final perdida en Chaco con los U15. Cuando llegamos a este torneo y nos cruzamos otra vez con Capital Federal en semifinales y Santa Fe en la definición, sentí que era el momento de sacarme esa espina que tenía clavada. Sabía que debíamos dejar todo para ganarla, ya que como decís, no es fácil llegar a dos finales de Campeonatos Argentinos. Esto fue lo mejor que nos pasó como Asociación en los últimos tiempos y de la manera que se ganó para Buenos Aires fue importante, porque hacía tiempo que no se tenía que batallar tanto. Estamos muy contentos por el logro.

-Se dio una definición muy similar a la del Provincial ante Mar del Plata, donde siempre la remaron de atrás y parecía que no podían dar vuelta esa pequeña desventaja de 4 o 5 puntos.

-Es verdad. La tendencia del partido era ir de atrás. Cuando quedaban tres minutos, les dije a los chicos que era igual a la definición con Mar del Plata y que había que salir a buscarlos. Que, si siempre veníamos de atrás, íbamos a llegar al cierre en desventaja, y que debíamos ponernos tanto a tanto. Salimos a presionar y se dio que en sólo cuatro pelotas estábamos gol a gol y hasta nos quedaron unos segundos para definirlos, pero nos apuramos a lanzar. Por suerte se dio como lo pensamos.

-Encima es una categoría donde se puede planificar poco por la irregularidad de los jugadores.

-Totalmente, pero más allá de eso, la última bola que defendemos en el suplementario, hicimos un repaso de lo que hacíamos en defensa y le agregué una cosa, que terminó saliendo, como fue atrapar al jugador de ellos que iba a terminar tirando. Es difícil planificarlo y que salga, pero nada es imposible. Lo que hicimos en el cierre en defensa, es lo que veníamos trabajando. Hay que confiar en las características de los chicos y tratar de exprimirlas al máximo.

-Y desde lo psicológico, ¿cuándo te diste cuenta de que estaban para ser campeones?

-En el tercer cuarto, cuando se nos volvieron a ir a 7 u 8 puntos, y lo volvimos a remontar. Ahí me di cuenta de que los chicos estaban muy fuertes de la cabeza. A pesar que no metimos nada en ofensiva. Jugador que entraba, se notaba la concentración y las ganas que tenían. Si nos tenían que ganar, iba a ser porque eran más que nosotros.

-¿Qué significa para la Asociación que el campeón Argentino U13 haya tenido no sólo el cuerpo técnico, sino siete jugadores locales?

-Si bien en la final, los chicos de Zárate no tuvieron mucha participación por una cuestión de tamaño, si en la semifinal, decidimos conservar el ADN del equipo para jugar el Argentino. Cambiamos algunas piezas que necesitábamos reforzar, pero defender a muerte a los jugadores de la Asociación Zárate-Campana. No sólo sostuvimos la manera de jugar, sino el comportamiento fuera de la cancha. Se formó un gran grupo y eso nos llevó a ganar el torneo.