Se cumplieron este martes 10 años de la histórica diputa del gobierno y el campo en la Argentina que es recordada como “la resolución 125”. Entonces se trató del conflicto que cambió el destino del gobierno de Cristina Kirchner, con una diputa con el sector que duró 4 meses cargados de tensión, desde la resolución anunciada por Lousteau hasta el final de película en el Congreso, con el voto “no positivo” de Cobos cuando desempató con la frase “Que la historia me juzgue, pido perdón si me equivoco. Mi voto es no positivo”, eran las 04:25 de la mañana del 17 de julio. EL DEBATE conversó con el vice presidente de la Sociedad Rural de Zárate, Fernado Boracchia, sobre la fecha histórica, nos dijo.
“Lo recuerdo con mucha emoción, fue en realidad una gesta con participación muy activa de todos los productores de la región. Si bien no cortamos rutas, hicimos una fuerte campaña de volanteada en las rutas 8 y 9, los accesos a Lima y Capilla del Señor con marchas y un tractorazo muy fuerte en esa localidad. Esa época, para nosotros, fue intensa, difícil y áspera, pero con esperanzas de poder cambiar una situación que, a nuestro criterio, fue muy injusta”, destacó Boracchia.
¿Cuál es la realidad actual del sector productivo teniendo en cuenta la inminente quita de retenciones? “Viene de una muy pobre cosecha en una de las peores sequías de la historia, para colmo después tuvimos un exceso de agua perdiendo su calidad lo poco que había, los granos salieron húmedos o se perdieron, con lo cual el productor tuvo una doble pérdida. También se desmereció el estado de la siembra y el forraje para los tambos; evidentemente la situación no es para nada holgada ya que los productores, en promedio, han perdido entre el 30% y 40% de su cosecha debido al alto grado de endeudamiento que promueve las tasas de interés actuales. Esta es una discusión que no deberíamos estar dando: el campo ya aporta con retenciones a la soja, y la verdad es que no se está para continuar con quitas que harían que la producción fuera, en muchos casos, no viable”.
“El pueblo no puede repetir una instancia de este tipo donde el país estuvo tensionado tanto tiempo. Evidentemente, lo que conduce a la solución de problemas o diferencias es el diálogo y tratar de buscar el mejor camino posible entre dos posiciones que pueden no ser del todo coincidentes. En principio, debemos superar esa etapa dialogando y con paciencia. En segundo término también tenemos que definir qué país queremos: productivo, pujante, innovador, que produzca agro alimentos con agregados de calidad y valor, o un país con un estado sobredimensionado, elefantiásico, que no está donde debe estar ni hay dinero que le alcance ni tampoco serán suficientes las retenciones ni los impuestos. Creo que de una vez por todas tenemos que definir eso, una vez que lo tengamos presente saldremos adelante, por supuesto pensando siempre en eliminar la indigencia y atender la educación como tema prioritario. A mis pares del campo les digo que el productor es una persona con esperanza, que sabe mirar al futuro, no se lo engaña fácil y tiene la virtud de trabajar con el clima, por lo cual se acostumbra a distintas contingencias, pero los momentos difíciles templan el espíritu. El productor debe tener sentido de ideas y participación; el futuro es muy provisorio, venturoso y creo que como país tenemos una oportunidad a nivel mundial que no debemos desaprovechar”, expresó para finalizar.
Sobre el presente agropecuario
“La dificultad en este año con una mala cosecha no repercute sólo en el bolsillo del productor sino también afecta las arcas del Estado y a todo lo que se mueve alrededor del campo (proveedores, servicios, transportes y combustibles). Evidentemente eso se ve también en la situación financiera de los productores, algunos muy endeudados con tasas de intereses muy altas. No hemos tenido mucha suerte con las emergencias: muchas han venido en la región por la aplicación de un índice verde del INTA que está muy cuestionado. Creo que esto resulta muy complejo, aunque seguramente habrá cosechas récord de trigo, cebada y avena, y si Dios quiere y el clima acompaña, tendremos una gran cosecha de granos para el 2019. Argentina ha vuelto a exportar carnes en calidad y el mundo las demanda; a pesar de las dificultades, soy optimista con respecto al futuro y nuestro país es un gran proveedor alimenticio, por tanto resulta increíble que tengamos hambre sólo porque las políticas han sido nefastas desde hace años. Sin dudas alimentamos al mundo, y eso es lo que queremos hacer notar”.
