El deterioro mental perceptible en los alcohólicos tiene poco que ver con esa asentada leyenda urbana.
El alcohol afecta más bien a las conexiones neuronales del cerebelo, zona de la que dependen el aprendizaje y la coordinación motora. Pero como se puede comprobar en las autopsias, los encéfalos de los abstemios y los adictos a la botella tienen el mismo...