Hace treinta años, el radiólogo argentino Julio Palmaz patentaba un invento que revolucionaría la cardiología mundial: el stent expandible, un pequeño tubo o malla metálica que se coloca en las paredes internas de las arterias para normalizar el flujo sanguíneo en aquellos casos en lo que se presentan obstrucciones por la acumulación de depósitos grasos.
Desde su invención, el stent...