El intercambio de miradas entre los perros y sus amos provoca un pico mutuo de oxitocina: la llamada "hormona del amor".
Científicos creen haber entendido cómo hacen los perros para enternecer a las personas y ganarse así su afecto: dos músculos situados en torno a sus ojos les ayudan a tener una mirada triste, técnica que dominan los bebés.
Los...