La pandemia potenció los modos de trabajo remotos y las aguas se dividieron entre defensores del home office y de la presencialidad. La intensificación de las tareas y la extensión de la jornada fue notoria, pero todo parecía justificarse porque “se podía trabajar en pijama y pantuflas”. ¿Cómo evolucionará esta modalidad? ¿El teletrabajo llegó para quedarse?
Hace 40 años, Charly...