Tenemos poco tiempo para actuar y cambiar nuestro enfoque del desarrollo

Debido a la interconectividad entre la salud de la naturaleza, el bienestar de los seres humanos y el futuro de nuestro planeta, la WWF exhorta a la comunidad mundial a través de su Informe Planeta Vivo 2018 a unirse para llegar a un acuerdo global por la naturaleza y las personas, con el fin de revertir la tendencia de la pérdida de biodiversidad.

La humanidad y la forma en que nos alimentamos, proporcionamos combustible y financiamos nuestras sociedades y economías están empujando al límite a la naturaleza y a los servicios que nos proporcionan energía y sustento, señala el Informe Planeta Vivo 2018 de World Wildlife Fund (WWF) o Fondo Mundial para la Naturaleza en español, es una de las mayores organizaciones mundiales dedicadas a la conservación de la naturaleza, cuya misión es detener la degradación ambiental del planeta.

La 12ª edición del Informe Planeta Vivo 2018 publicado estos días, presenta un panorama desolador del impacto de la actividad humana sobre la vida silvestre, los bosques, los océanos, los ríos y el clima del mundo. Sin embargo, destaca igualmente las oportunidades que todavía tenemos para actuar y la urgente necesidad de que la comunidad global reconsidere y redefina colectivamente cómo valora, protege y restaura la naturaleza. Este informe científico es imprescindible para conocer el estado mundial de la biodiversidad y de los recursos naturales, de los que el ser humano depende para vivir.


“Latinoamérica ha sufrido la disminución más dramática de vertebrados en el mundo, con 89% de pérdida de 1040 poblaciones de 689 especies estudiadas desde 1970 y está relacionado con las actividades humanas, incluida la pérdida y degradación del hábitat y la sobreexplotación de la vida silvestre”, revela el Informe.


 

Toda actividad económica depende en últimas de los servicios suministrados por la naturaleza, estimados en un valor cercano a los 125 billones de dólares al año. A medida que comprendemos mejor nuestra dependencia de los sistemas naturales, es evidente que la naturaleza no es sólo “algo bueno para tener a mano”. Los sectores empresarial y financiero están empezando a cuestionarse cómo los riesgos ambientales globales afectaran el rendimiento macroeconómico de los países, sectores y mercados financieros, y los formuladores de políticas se preguntan cómo cumpliremos las metas de desarrollo sostenible ante la disminución de la naturaleza y la biodiversidad.

El consumo humano desenfrenado es el motor detrás de los cambios planetarios sin precedentes que estamos presenciando, debido al aumento en la demanda de energía, tierra y agua. Los productos que consumimos, las cadenas de suministro que los anteceden, las materias primas que emplean y cómo éstas se extraen o fabrican tienen miles de impactos sobre el mundo que nos rodea.

Corto tiempo para actuar

Para garantizar un futuro sostenible para todos los seres vivos, debemos frenar con urgencia la pérdida de la naturaleza. El mayor desafío y la mayor oportunidad, reside en cambiar nuestro enfoque del desarrollo y recordar que protegiendo la naturaleza también protegemos a la humanidad.

Se debe trabajar con gobiernos, empresas y comunidades para reducir las emisiones de gases efecto invernadero, prevenir la pérdida de hábitat y promover políticas para combatir el cambio climático. Debemos enfocarnos en proteger la vida silvestre y conservar los recursos naturales como el agua dulce, los bosques, océanos y los pastizales. Debemos lograr una agricultura y ganadería sostenible para alimentar a la población sin dañar al ambiente.

En resumen, debemos unirnos, todos, para lograr un acuerdo global para la naturaleza y la humanidad.

 

Fuente: Asociación Amigos de los Parques Nacionales