La intendenta de La Matanza, Verónica Magario, fue increpada esta noche durante una misa para pedir la recuperación de la sargento Rocío Villarreal, baleada durante un ataque a la comisaría de San Justo, en la que un grupo comando vestido de policía intentó rescatar a un detenido. Mientras tanto, ayer la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, visitó a la sargento baleada durante el asalto comando a una comisaría de San Justo, y anunció que la ascenderá junto a sus compañeros por un “acto destacado” de valor, al evitar la liberación de los 46 detenidos alojados en el edificio.
En medio de un clima caldeado, la jefa comunal kirchnerista participó de una misa en la que se pedía la recuperación de Villarreal, cuando un grupo de vecinos la increpó exigiéndole seguridad y pidiendo “poné la policía”. También se la acusó de “ladrona”.
En un breve diálogo con la prensa, Magario dijo que los familiares de la policía “están muy consternados. Iban a venir y no pudieron. Les pido que respetemos el momento de ellos”.
Además, confirmó que este miércoles se reunirá con el ministro de Seguridad de la Provincia, Cristian Ritondo.
Villarreal permanece internada en estado crítico desde la madrugada del domingo, cuando fue baleada por un grupo de delincuentes que ingresaron a la comisaría 1° de San Justo vestidos de policías con el objetivo de “rescatar” a un hombre detenido el año pasado por un crimen narco.
Semanas atrás, vecinos de La Matanza se movilizaron por el crimen del colectivero Leandro Alcaraz, asesinado por un joven con quien discutió porque no quería dejarlo viajar por no poseer la tarjeta SUBE.
Vidal visitó a la sargento baleada
Según se informó, la mandataria visitó ayer a la tarde a Rocío Villarreal, quien fue baleada y se encuentra en grave estado por evitar que un grupo de delincuentes vestidos de policía rescataran a un hombre detenido por el homicidio de un narco el año pasado.
La visita fue confirmada por el jefe de la Policía bonaerense, Fabián Perroni, quien sostuvo que la mandataria “le dio la noticia de que ella y sus compañeros serán ascendidos al inmediato grado superior por un acto destacado”.
Según el jefe policial, “la gobernadora se preocupó muchísimo por la salud de Rocío, quería charlar con ella, quería darle el apoyo y preguntarle qué necesita”.
“Rocío está consciente, habla, se acuerda de lo que pasó, está medicada y preocupada por recuperarse al cien por ciento”, resaltó el comisario general.
Para Perroni, lo que Rocío y los policías que estaban al momento del ataque hicieron fue un “acto destacado” al estar atentos en su trabajo a las 5 de la mañana y, a pesar de la violencia con la que entraron los asesinos, haber evitado que “tomaran la comisaría por asalto, los calabazos y que liberen a los 46 detenidos”.
El tiroteo dentro de la comisaría ocurrió después de las 5 de la madrugada de ayer, cuando al menos cuatro personas vestidas con gorras y camperas negras con la inscripción “Policía” y armados con pistolas llegaron al lugar a bordo de un vehículo de color gris.
Según quedó registrado en las cámaras de seguridad de la comisaría, uno de los delincuentes quedó en la puerta como “campana”, otro detrás de una puerta de blindex y los dos restantes llegaron hasta la sala de guardia de la seccional y comenzaron a disparar contra los efectivos que se hallaban en ese momento realizado tareas administrativas.
Como consecuencia del tiroteo, la sargento Rocío Villarreal, de 25 años y con una hija de 3, recibió un balazo que le rozó el brazo derecho e ingresó al abdomen, lesionó el hígado, el riñón y el diafragma y quedó alojado en la columna vertebral. (DIB)