Ron Howard dirigió este documental revelador sobre un período que marcaría el futuro de la banda.
Para muchos será un documental revelador sobre por qué la suerte de Los Beatles -el desgaste, el fastidio y las giras- terminaron con ellos. Para otros, que estén más al tanto de lo que originó la separación de la banda, un refresco de momentos imborrables de Los 4 Fantásticos.
Al fin y al cabo, en la banda sonora del filme de Ron Howard (sí, el de Una mente brillante, El código Da Vinci y Han Solo: Una historia de Star Wars) se escuchan fragmentos de 52 canciones de Los Beatles.
Howard entrevistó a Paul McCartney y Ringo Starr y contó con material de archivo en el que tanto John Lennon como George Harrison se muestran tal cual eran. También hay famosos que cuentan sus propias experiencias al asistir a conciertos y seguir la locura beatlemaníaca que fueron, especialmente, los años entre 1963 y 1966.
Allí están desde Elvis Costello a las actrices Whoopi Goldberg y Sigourney Weaver (la estrella de Alien también aparece en una filmación de los ’60).
Uno de los ejes del relato de Eight Days a Week es el periodista Larry Kane, quien aceptó de mala gana seguir el primer tour por los Estados Unidos de los músicos británicos. Y es él quien, con ojos vírgenes, descubre la intimidad y todo lo que rodeó al grupo.
Hay textuales de los integrantes en los inicios, que escuchados cincuenta y pico de años más tarde parecen premonitorios o increíbles.
Ver a Lennon sincerarse diciendo que Help es un tema “autobiográfico” (por lo mal que la estaban pasando en una gira por estadios en Norteamérica, y que realmente pedían socorro), los pésimos contratos para grabar discos y que las mayores ganancias las tenían por los conciertos, que se volvieron masivos y en estadios la policía les pedía por favor que no se presentaran en teatros y dejaran a 50.000 fans afuera furiosos.
Fuente: Clarín