Aprovechar al máximo los recursos naturales, utilizar productos que minimicen el gasto energético e incorporar materiales de larga vida útil para reducir residuos son algunas de las estrategias a la hora de planificar una vivienda sustentable. También es posible reconvertir una casa para que sea más amigable con el medio ambiente, ¿qué más se debe tener en cuenta?. Interesante informe que publica EL DEBATE que nos ha hecho llegar la Familia Bercomat.
En los últimos tiempos la preocupación por el impacto ambiental y la concientización sobre el cambio climático modificó la forma de vivir de millones de personas en Argentina y en todo el mundo, lo que poco a poco ha contribuido en la idea de construir viviendas sustentables.
En muchos casos, el concepto solo se relaciona con diseños ejecutados bajo los principios de la arquitectura bioclimática pero también es posible reconvertir un hogar y utilizar materiales que optimicen los recursos naturales.
“En cualquier lugar se puede tener una vivienda sustentable, ya sea en ciudad o zonas rurales, siempre que se optimicen los recursos naturales, se empleen materiales de calidad que resulten en una mayor vida útil para reducir costos y residuos o bien se reutilicen. Todos pueden aportar y tomar acciones desde su hogar que en un futuro incurran en un estilo de vida más sostenible para el bienestar social” explica Maria del Mar Danuzzo, Encargada de Arquitectura Comercial de Familia Bercomat.
A la hora de empezar a construir una casa bajo esta modalidad, hay cinco claves que se deben tener en cuenta, mirá.
Evaluar el entorno.
Las bases para una casa sustentable, es que debe ser diseñada para minimizar el consumo de energía no renovable y utilizar materiales de construcción que interfieran lo menos posible con la agresión al planeta. De allí que la hora de comprar un terreno, se debe pensar en el alrededor, es decir, si se podrá extraer energía solar, en caso de que llueva lograr aprovechar esa agua y si posee espacios para crear sitios verdes de cosecha, composta o simple conexión con la naturaleza, con el objetivo de cuidar la salud física y mental.
Utilizar materiales que contribuyan a la protección ambiental.
En un hogar sustentable no debe faltar, aislamiento termico en techo y paredes, inodoro con descarga máxima de 5 litros, aireadores en griferías, para que el agua salga oxigenada y no se necesite tanta potencia, sistemas de regado con agua de lluvia, paneles solares para aprovechar la energia, iluminacion acorde con lámparas led y todo lo que ayude a disminuir el mantenimiento y optimizar los recursos naturales.
Examinar en profundidad los costos.
Si bien en principio lleva una mayor inversión, el mantenimiento es mucho menor, es decir se recupera con el tiempo y a su vez se logra un excelente confort además de contribuir al cuidado del planeta, los ecosistemas y la sociedad en general, por lo cual no es comparable con el dinero cuando hablamos de los beneficios, protección y responsabilidad.
Transformar el hogar en una vivienda sustentable.
Aunque parezca algo imposible no lo es, una casa construida lejos del concepto sostenible o ecológico, puede empezar incorporando elementos externos, en principio, como paneles solares, aireadores en grifos y materiales reutilizados y de larga durabilidad. Esto ya es un gran paso hacia un futuro más verde y eficiente.
Dimensionar a nivel de salud propia y de quienes los rodean los beneficios.
Hay algo mucho más allá de los costos que se pueden ahorrar en servicios públicos, un ejemplo de esto son los incendios sufridos en Corrientes, a causa del calentamiento global, sumado a actos de irresponsabilidad humana. ¿Cuánto pierden una familia si se incendia su hogar? ¿cuánto problemas de salud puede ocasionar el humo que se respira?, son cifras incalculables, y todos son responsables y deben involucrarse, no hay que pensarlo como un hecho aislado sino como parte colaborativa de un mundo mejor que todos necesitan, cuando lo vemos así, el costo de un panel solar cobra más sentido y es importante invertir en eso.
“Actualmente existen grandes avances en la vida cotidiana que además de ayudar en la protección de ecosistemas y biodiversidad, también colaboran al acceso de agua potable en comunidades más necesitadas, por lo que más allá del impacto ambiental se trata de un trabajo colaborativo para garantizar una mayor calidad de vida a los ciudadanos. El sector de la construcción no está aislado de esto y por eso desde nuestro lugar trabajamos en contribuir y aportar en mejorar el bienestar social desde algo tan importante como el hogar” concluyeron desde Familia Bercomat.