Médicos especialistas en psiquiatría y periodistas de Argentina, Chile, Colombia y Ecuador debatieron modelos de comunicación asertiva que eviten la discriminación en contenido masivo sobre salud mental.

Reconocidos expertos en psiquiatría recapitularon junto a periodistas de la región, la presentación del libro ¡Las Palabras Importan!, para reflexionar sobre cómo transmitir contenidos periodísticos de salud mental que no caigan en la estigmatización o discriminación.

La presentación se dio en el marco del Taller Regional de Comunicaciones y Salud Mental, organizado por Upjohn, división de Pfizer.

Cabe destacar que, “los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030”, razón por la cual, toma mayor importancia esta iniciativa que tiene como objetivo aportar a la tarea de los comunicadores sociales a la hora de informar sobre salud mental.

Es primordial tener en cuenta que, “el 12,5% de todos los problemas de salud está representado por los trastornos mentales, una cifra mayor a la del cáncer y los problemas cardiovasculares, sin olvidar que, 450 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por un problema de salud mental que dificulta gravemente su vida”.

Dado lo anterior, Ricardo Corral, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP), sostuvo durante el encuentro la importancia de dialogar con los comunicadores, quienes tienen una gran llegada a la comunidad, “nos ponemos a disposición para ayudarlos, por un lado, a conocer la temática de la salud mental, y también para reflexionar juntos sobre algunas dificultades que pueden generarse, quizás involuntariamente, a través de las palabras”.

Corral, quien también es jefe de Docencia e Investigación del Hospital José T. Borda, agregó que las palabras usadas de manera imprecisa pueden provocar “prejuicios en la comunidad y que la persona que padece una enfermedad mental y su familia perciban discriminación y estigma”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “a nivel global, 1 de cada 8 personas padece un trastorno mental, y la mayoría carece de acceso a una atención eficaz”.

Por su parte, Rodrigo Córdoba, médico psiquiatra y profesor de la Universidad del Rosario, Colombia, explicó que “cuando un hecho relacionado con la salud mental se convierte en noticia, quien la protagoniza debe ser tratado como una persona que ha tenido una enfermedad tan o más común que las enfermedades físicas. Lo importante es no seguir contribuyendo al estigma, que es esa situación de vergüenza o temor a ser marginado”.

En el libro ‘Las Palabras Importan’, los autores advierten que la estigmatización y discriminación pueden traducirse, por ejemplo, en dificultad de acceso a los servicios socio-sanitarios y al mercado laboral, al tiempo que generan “un riesgo elevado de que no se respeten los derechos humanos de las personas afectadas”.

Trastorno o enfermedad

Algunas de las definiciones que brinda el libro mencionado anteriormente, son las de los términos ‘enfermedad’, ‘trastorno’ y ‘padecimiento’ mental.

En este sentido, el término enfermedad mental se refiere a procesos en los que la pérdida de salud tiene una causa orgánica, mientras que un trastorno mental es un término más amplio, utilizado cuando hay alteraciones genéricas de la salud, sea o no consecuencia directa de una causa orgánica o sospecha, en la que los determinantes psicosociales, tiene un rol en su génesis y evolución.

Antes de los 14 años

Es fundamental entender que, “el 50% de los problemas de salud mental en adultos comienzan antes de los 14 años, y el 75% antes de los 18”. A esto se suma que, “la depresión es un trastorno de salud mental común” y se estima que lo presenta a nivel mundial el 5% de los adultos, advierte la OMS.

Roberto Sunkel, médico psiquiatra y jefe de la Unidad de Psicogeriatría del Instituto Nacional de Geriatría de Chile, señala la relevancia de estructurar el mensaje “a partir de una actitud empática, teniendo siempre en consideración que hay personas con problemas de salud mental que están recibiendo la noticia”. Además, recomendó “no tomar los términos que se refieren a problemas de salud mental como adjetivos y decir, por ejemplo “sociedad esquizofrénica”.

A lo anterior se suma, evitar ilustrar los contenidos sobre salud mental con imágenes que transmitan peligrosidad, sufrimiento, oscuridad y aislamiento social, o que motiven compasión o rechazo, ya que las personas con este tipo de trastornos o enfermedades rechazan y sufren al ser representadas visualmente de una manera diferente que el resto de la sociedad y acompañadas de una emoción negativa.

En este sentido, otra de las recomendaciones del libro es utilizar los términos de la salud mental sólo para hablar de salud mental, ya que emplearlos para adjetivar situaciones, personas o realidades que no tienen que ver con ese campo es perjudicial y peyorativo para la imagen de quienes tienen diagnosticado algún trastorno de este tipo.

“La palabra ‘loco’ es una de las más usadas a lo largo del tiempo como apodo y de una forma peyorativa”, ejemplificó el Dr. Ordóñez, y añadió que este término “ya no se usa en salud mental” y “no implica ningún trastorno específico”. (DIB)