En el extenso y diverso territorio de la provincia hay una gran variedad de Áreas Importantes para la Conservación de las Aves. ¿Qué son? ¿Dónde están? ¿Qué hay para ver?

El tachurí canela (Hernán Tolosa)

La provincia de Buenos Aires cuenta con más de 400 tipos de pájaros en su extenso territorio. Entre las especies que se pueden ver hay endémicas de la región, aves que se encuentran amenazadas globalmente y otras que son migratorias.

“No es lo mismo la zona del Delta y del río Paraná, que es la de mayor diversidad, que el extremo sur. Desde el suroeste bonaerense hay un gradiente hacia el noreste que tiene que ver con la humedad”, le explicó a DIB el pasado noviembre el docente y amante de las aves Hernán Tolosa.

Los sitios para observar pájaros en la provincia son diversos. En la provincia hay unas 25 Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (AICAs), según un catálogo publicado por la asociación Aves Argentinas en el año 2007.

El programa de las AICAs es una iniciativa global que pertenece a la organización proteccionista BirdLife International, basada en la idea de que los pájaros son indicadores de diversidad biológica. Estos sitios se identifican teniendo en cuenta la presencia de aves globalmente amenazadas, de especies endémicas, de aves características de biomas y también de las que son migratorias.

Varias de las AICAs bonaerenses se encuentran relacionada a los ríos Paraná, de la Plata y Salado; mientras que también hay otras vinculadas a las costas marinas, lagunas y sierras.

En su web Aves Bonaerenses, Hernán Tolosa propone un listado de sitios de la provincia (entre los que se encuentran disintas AICAs) importantes para la observación de pájaros, teniendo en cuenta “la factibilidad” de avistarlos y la diversidad.

Además, vale destacar que en la provincia de Buenos Aires hay Clubes de Observadores de Aves (COAs) en varios distritos del conurbano y en otros municipios del interior como San Nicolás, Ramallo, Baradero, Monte, Lobos, Chascomús, La Costa, Madariaga, Lobería, Necochea, Tres Arroyos, Tornquist, Adolfo Alsina, Bahía Blanca y Villarino.

El espartillero enano. (Hernán Tolosa)

Mucho más que una isla

La isla Martín García, de unas 180 hectáreas de superficie y ubicada en el sector norte del Río de la Plata, es considerada una AICA. La vegetación de este territorio insular es típica de la región del Delta y cuenta con una fauna variada, entre las cuales hay 250 aves.

En el catálogo de 2007 se indicó que Martín García cuenta con especies de pájaros globalmente amenazados como la gaviota cangrejera, el espartillero enano y el tachurí canela; y que también hay allí registros del espartillero pampeano (un endemismo de Argentina) y tres especies de la avifauna bonaerense (el macuquito, el pioró y el tangará común) que se encuentran restringidas a ese territorio.

En la zona norte de la provincia también se ubican otras áreas importantes para las aves relacionadas con las costas del río Paraná y los bosques nativos de tala como el sur del distrito de Ramallo, Vuelta de Obligado (en San Pedro), las barrancas de Baradero, el Parque Nacional Siervo de los Pantanos (exreserva natural Otamendi) y la reserva Talar de Belén (en Escobar).

Una bahía para plumíferos

Otra área de importancia para la conservación de las aves en la provincia es la extensa bahía del Samborombón y su cabo Punta Rasa, la conexión entre el Río de la Plata y el mar argentino. Este extenso humedal abarca desde el municipio de Punta Indio hasta La Costa.

El inventario de Aves Argentinas da cuenta de la presencia de siete especies de pájaros globalmente amenazados en la bahía del Samborombón. Además, Punta Rasa es un lugar de gran importancia para las aves migratorias. En este sector bonaerense se pueden visualizar el playerito canela, chorlo ártico, el chorlo pampa, la becasa de mar, el playerito rabadilla blanca y el chorlito doble collar, entre otros.

En la zona del Río de la Plata también se ubican otras AICAs como la Reserva Natural Punta Lara (ubicada en el distrito de Ensenada) y el Parque Costero del Sur (que abarca a los municipios de Magdalena y Punta Indio).

Un río de diversidad

Otro sector de importancia para la conservación de aves en la provincia es la cuenca del río Salado, un extenso territorio que abarca a diversos distritos y cuenta con numerosas lagunas antes de desembocar en la bahía del Samborombón.

El catálogo de 2007 da cuenta de 283 tipos de aves en esta zona de la provincia. Allí hay registradas especies que dependen de pastizales como el tachurí canela, el burrito negruzco, la ratona aperdizada, el espartillero pampeano, el chorlo dorado y el batitú. Asimismo, están presentes distintas aves acuáticas.

El cauquén colorado. (Grupo Cauquén Colorado)

Rincones del oeste

En el oeste bonaerense también hay sitios de importancia para las aves. Un AICA se encuentra en la laguna de Pradere, cerca de la ciudad de General Villegas. Allí se han detectado especies globalmente amenazadas, poblaciones nidificantes y otras migratorias.

Más al sur también es considerado como AICA el caldenal del sudoeste bonaerense, una zona que abarca a los partidos de Adolfo Alsina, Puán, Tornquist, Bahía Blanca, Villarino y Patagones. El catálogo de 2007 da cuenta aquí de la presencia de unas 150 especies y destaca “el único registro moderno del águila coronada” y la presencia exclusiva en la provincia del inambú montaraz, el calancate común, el crestudo, el pepitero chico y la monterita de collar.

Un sitio para los cauquenes

Otro AICA en el territorio provincial es el sector del arroyo Cristiano Muerto, en la zona de los partidos marítimos de Tres Arroyos y San Cayetano. Hasta este sitio llegan en invierno poblaciones del cauquén colorado, un ave migratoria que vive únicamente en territorios de Argentina y Chile, y que fue declarada como Monumento Natural bonaerense en el año 1999 a través de la ley 12.250. La zona alberga también a poblaciones del cauquén común y del real. Asimismo, otro sector de importancia para las aves migratorias (entre ellas para el cauquén colorado) es la bahía San Blas.

Además, también hay un AICA en las sierras de Ventania. El catálogo de 2007 sugiere que en este sector montañoso hay unas 125 especies, entre las que se destacan el ñandú y el tachurí canela, que están globalmente amenazadas.

Por Manuel Tejo, de agencia DIB