Por Eduardo Rivas – El 23 de junio de 2020 Osvaldo Cáffaro firmó junto a su gabinete de esa fecha, el Decreto número 379 (http://www.hcdzarate.com.ar/archivos/expedientes/decreto_379_20_bonificacion_covid_19_junio.docx) por el que se establecía ‘el otorgamiento de una bonificación de carácter remunerativo de, hasta un ochenta por ciento (80%) del sueldo básico, para los agentes municipales que se encuentren afectados a prestar servicios considerados imprescindibles y tareas diversificadas, en el marco del periodo que comprenda la emergencia sanitaria provocada por el Coronavirus- Covid-19, cualquiera sea su situación de revista en el plantel municipal – planta temporaria o permanente, personal superior y jerárquico – funcionarios-, desde el 1° de Junio de 2020 y, hasta el dictado de un nuevo acto administrativo’, un verdadero salariazo para los funcionarios municipales.
Como dijéramos en la última nota del año 2020 (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2020/12/31/el-salariazo-caffarista-y-otras-hierbas/) ’Sin posibilidad de análisis alguno dado lo poco serio de lo propuesto, el citado instrumento quedó (creemos) en el fondo del cajón puesto que el Concejo Deliberante no prestaba el apoyo requerido, lo que fue reproducido de forma lógica al momento del debate del Presupuesto 2021 la semana pasada.’ o eso era lo que al menos creíamos porque habían vuelto a la carga con la idea al momento de analizar el Presupuesto 2021.
Pero nos equivocamos. Pese a que el Decreto establecía en su artículo 5 que ‘El presente Decreto se firma a “AD REFERENDUM” del Honorable Concejo Deliberante del Partido de Zárate.’, el cuerpo deliberativo nunca trató la aprobación o rechazo del mismo… aunque se aplicó. Vergonzoso.
Como vergonzoso es que el texto enviado al Concejo Deliberante para su análisis mencione, por ejemplo, entre los firmantes al ‘Secretario de Seguridad Ciudadana Pablo Gastón Otero’ cuando el texto del Decreto afirme que ‘el Sr. Secretario de Seguridad Ciudadana, es el Sr. Alejandro Alberto Cimiotta’. ¿Tenían preparado el Decreto con anterioridad y no lo adecuaron cuando lo firmaron?
Son impresentables.
Lo curioso del caso es que ningún concejal se haya enterado de la aplicación de facto del salariazo y no hayan hecho ni dicho nada al respecto. O quizás no lo sabían y se enteran ahora. Bien, compartiremos las pruebas, veremos qué hacen entonces.
El mismo 23 de junio el Intendente Cáffaro firmó el Decreto 381 junto a la Jefa de Gabinete Florencia Diez. En los Visto se tiene en cuenta ‘El Decreto N° 379/2020 referido al otorgamiento de la Bonificaci6n por Emergencia Sanitaria COVID-19’, y en su artículo 1 establece ‘que el personal que a continuación se detalla percibirá la Bonificaci6n por Emergencia Sanitaria COVID-19 correspondiente al mes de Junio de 2020, en los porcentajes indicados’. Y aquí aparece la primera sorpresa, el salariazo ya no es para ‘los agentes municipales que se encuentren afectados a prestar servicios considerados imprescindibles y tareas diversificadas, en el marco del periodo que comprenda la emergencia sanitaria provocada por el Coronavirus- Covid-19, cualquiera sea su situación de revista en el plantel municipal – planta temporaria o permanente, personal superior y jerárquico – funcionarios-‘ sino para los que Cáffaro y Diez determinen, en una suerte de premio o castigo de acuerdo a su buen criterio, puesto que el Decreto no explicita las razones por las cuales algunos cobran poco, otros más, mucho más, muchísimo más o, como veremos, otros ni siquiera cobran.
De los firmantes del Decreto 379 cobraron todos con excepción del Intendente, pero hay algunos que son más iguales entre los iguales puesto que mientras Juan Manuel Arroquigaray, Lilian Burroni, Florencia Diez, Pablo Giménez, Aldo Morino, Rosana Núñez y Darío Raffo cobraron un 40% más del sueldo, Leonel Soto cobró apenas un 10% más, y de hecho fue la única vez que cobró este extra mientras que sus colegas lo siguieron cobraron los tres meses que se abonó este extra de dudosa legalidad.
Pero no fueron los únicos, también cobraron el bono al 40% Alejandra Castaño, Guillermo Comínguez y Sergio Fausto… y Néstor Olsen lo cobró al 55%. Imaginamos que cobraron más porque fueron quienes más hicieron en la lucha contra el COVID-19… pero vaya uno a saber, como no se dan explicaciones.
Al mes siguiente, julio de 2020, comenzó la orgía de dinero, la verdadera fiesta de bonos en el Municipio.
En Julio de 2020 Olsen repite el bono al 55% y Lilian Burroni y Rosana Núñez lo cobran al 80%. Qué es lo que hizo que estas dos señoras cobraran el doble del bono que el mes anterior mientras a otros se les mantenía lo cobrado, a otros se le reducía como a Sergio Fauto, y otros ni siquiera lo cobraban, como por ejemplo Leonel Soto.
La fiesta siguió en Agosto, donde Burroni volvió a cobrar al 80%, Olsen al 55% y a Arroquigaray se lo redujeron 5 puntos porcentuales y cobró ‘solo’ un 35% extra. ¿Qué le habrá hecho Arroquigaray aquel mes a don Cáffaro que este le redujo el premio?
Aunque no fueron sólo los Secretarios quienes cobraron el bono, también algunos, no todos, de los empleados municipales, veamos unos ejemplos.
Silvana Ferrúa, quien firmara como martillera sin estar matriculada para poder hacerlo (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2021/03/17/a-los-dos-lados-del-mostrador/) no estuvo entre las más favorecidas, apenas un 20% de bono cada mes, un poco mejor le fue a Cintia Battista, que embolsó un 25% extra por mes de este trimestre, y mucho mejor a Laura Fangio, la secretaria del Concejo Deliberante, quien recibió un 35% de extra cada mes.
Caso curioso el de Silvina Schmeigel, que como Comínguez trabajó desde su hogar, y sin embargo recibió un suculento bono del 35% al igual que Maximiliano Montezanti, que desde el área de Prensa, fue fundamental para sostener la mentira oficial de los casos de COVID-19 a través de los partes diarios.
No menos curiosos fueron las situaciones de Alicia Casse, del área de atención a la víctima, o Julián García, el señor Smithers de Núñez, quienes seguramente durante julio hicieron mal los deberes porque recibieron menos bono que el mes anterior y al mes siguiente recuperaron el monto original. La discrecionalidad al palo.
Al otro lado, y habiendo cobrado los tres meses, el ejemplo de María del Carmen Romero quien solo recibió un bono mensual del 5%, o Pablo Cáffaro quien es responsable del sistema informático y recibió dos meses 10% del bono extra y al tercer mes un 15%.
Como queda claro en los Decretos, los beneficios no eran para todos y todas.
Aunque esto cambió en Septiembre, cuando el Intendente Cáffaro firmó el Decreto 562 que en su artículo 1 instituye una suma no remunerativa ‘a abonarse con los haberes del mes de Septiembre 2020, y/o, por reajuste posterior, a los agentes y funcionarios, cualquiera sea su categoría de revista en el plantel municipal, a detallarse en el Artículo 3° del presente.’. En el artículo 2 agrega que ‘la suma de carácter no remunerativo establecida en el Artículo 1 del presente, será otorgada y calculada de forma proporcional, e individual, conforme a la asistencia, horarios registrados y, a los servicios prestados en el marco sanitario, conforme a los importes a desglosarse en el Artículo 3° del Presente’. Muy llamativo es que más de 650 empleados recibieron $10.000 por mes, dos agentes recibieron $18.500 y solo uno que recibió $23.000, de quien se supone, siguiendo lo expuesto por Cáffaro, asistió y trabajó más del doble que sus compañeros. Algo por demás curioso. Como curioso es que mientras hasta el mes anterior Burroni, quien cobraba más de 10 veces más de bono, en términos porcentuales, que María del Carmen Romero, ahora el bono era exactamente el mismo para las dos. Incluso cobraban lo mismo quienes estuvieron en la calle que quienes se quedaron en su casa.
Había que contentar a todos, y mantenerlos contenidos. O sea que nadie sacara los pies del plato. ¿Qué mejor que recurrir al erario público, a la plata de todos los vecinos para hacer filantropía?
¿Cómo invitar a todos a la fiesta, con el Intendente incluido, si no es con dinero ajeno?
Primero garantizaron la orgía para pocos, después cuando se tornó insostenible, hicieron una fiestita para todos.
Y siga el baile de la corrupción municipal.