Son datos de la Sociedad de Pediatría. Desde el Colegio de Kinesiólogos de la Provincia explicaron que el tratamiento temprano es clave para minimizar el impacto negativo.

Los trastornos del neurodesarrollo (TND), una serie de distorsiones en las funciones sensoriales, motoras, comunicativas y de la conducta, son padecidas en Argentina por el 15% de la población infantil, según datos de la Sociedad de Pediatría, lo que llevó al Colegio de Kinesiólogos de la Provincia a enfatizar la importancia del tratamiento temprano para minimizar su impacto.

Los especialistas del CoKiBA aseguraron que “la intervención temprana y oportuna” de profesionales de la kinesiología especializados en neurodesarrollo resulta clave para minimizar los impactos que los contratiempos del desarrollo pueden tener en la adquisición de habilidades futuras.

Según explicó la Licenciada Micaela Savini, docente de Neurología y Neuropediatría aplicada a la Kinesiología de las universidades de Hurlingham (UNaHur) y de Morón e integrante del CoKIBA, “los determinantes biológicos y también los sociales y ambientales influyen sobre el crecimiento y desarrollo del niño pudiendo favorecer o debilitar la expresión de sus potencialidades. El período crítico de los primeros dos años de vida, está asociado con un nuevo concepto denominado ventana epigenética, en donde ciertos factores como el estrés, la exposición en entornos hostiles, violencia doméstica, separación materna, y otros pueden generar cambios en la expresión de los genes, resultando en diversos problemas de salud, entre los cuales están los trastornos del neurodesarrollo (TND)”.

Savini enfatizó que “la atención temprana a cargo de los kinesiólogos, debe llegar a todos los niños que presenten cualquier tipo de trastorno o alteración en su desarrollo, ya sea físico, psíquico, sensorial, o se consideren en situaciones de riesgo biológico o social. No es necesario que exista una confirmación o evidencia sobre un déficit, la mera sospecha ya constituye una indicación para la intervención”.

De acuerdo con los relevamientos científicos de la Sociedad de Pediatría entre el 72% y el 80% de los casos donde se detectan TND las preocupaciones familiares se correlacionan positivamente con problemas en el desarrollo de los niños. Una de las principales guías que se utiliza en la actualidad para la clasificación de los trastornos del Neurodesarrollo es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) .

Esta referencia científica incluye como TND los siguientes trastornos: Discapacidad intelectual con diferentes niveles de gravedad; Trastornos del espectro autista (TEA); trastorno de la comunicación, trastorno específico del aprendizaje, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y trastornos motores del Neurodesarrollo. (afectan la capacidad de producir y controlar movimientos corporales).

“Los kinesiólogos dedicados a Neurodesarrollo, están preparados para intervenir en la promoción de un desarrollo saludable y cuidados de la embarazada: la prevención de problemas en el desarrollo; la detección oportuna de los trastornos del Neurodesarrollo; la tarea de evaluación, prevención y detección de trastornos del desarrollo fomentando al máximo las potencialidades individuales de cada niño; el armado y coordinación de un equipo interdisciplinario de trabajo y el acompañamiento del paciente y la familia”, enumeró Savini.


La especialista dijo además que “la intervención temprana repercute en un mejor pronóstico para el niño porque aprovecha el potencial neuroplástico del encéfalo para minimizar la repercusión de las lesiones. Su identificación oportuna constituye uno de los desafíos de la práctica en la atención primaria. Es importante saber que estos “trastornos” no se “curan”, porque no hablamos de una enfermedad sino de una forma diferente de desarrollo, que deriva en una forma diferente de funcionar”


Los kinesiólogos resaltan que en primera instancia se recomiendan abordajes terapéuticos y no farmacológicos para el niño.

Según la especialista, los profesionales encargados de detectar las alteraciones del Neurodesarrollo, deben conocer el desarrollo sensorio motor típico, entender sus secuencias, la organización, el tiempo cronológico y los elementos externos e internos que participan en este proceso. Existe en la Argentina un instrumento denominado Prueba Nacional de Pesquisa (PRUNAPE) que fue desarrollado por pediatras argentinos y es una valiosa herramienta de pesquisa general del desarrollo infantil.

Durante la consulta, el examen neurológico completo y una historia clínica, son fundamentales para el hallazgo de los TND. La pesquisa positiva significa que el niño se encuentra en riesgo de tener un trastorno del desarrollo, por lo que se debe realizar evaluaciones diagnósticas para confirmar o descartar dicha sospecha y comenzar con un tratamiento de intervención temprana.

La evaluación se realiza mediante estudios neuroquímicos o neurofisiológicos complementarios (EEG, potenciales evocados, evaluación de visión y audición), la búsqueda de neuroimágenes (TAC y RNM), estudios de laboratorio, neurometabólicos, genéticos y evaluaciones que incluyen test estandarizados por terapeutas especializados en Neurodesarrollo.

(DIB) AL