WeChat, el chat que espía y censura a más de 1000 millones de personas

El servicio de mensajería instantánea móvil de Tencent se utiliza en China tanto para comunicarse como para realizar compras, pedir un taxi o realizar cualquier tipo de tarea cotidiana.

Dos son las principales recomendaciones relacionadas con Internet para quienes se van a establecer en China: que instalen una VPN en la computadora y descarguen WeChat en el teléfono móvil. La primera, una Red Privada Virtual, permite sortear la Gran Muralla Cibernética del gigante asiático redirigiendo el tráfico a través de servidores ubicados en diferentes países, de forma que el usuario puede acceder a una Internet sin censura y con todos los servicios a los que está acostumbrado en Occidente.

La segunda es una aplicación indispensable para vivir en China: WeChat será lo primero que pidan las nuevas amistades para estar en contacto -ya nadie llama por teléfono-, también ha sustituido a las tradicionales tarjetas de visita que todas las guías de negocios insisten en que hay que ofrecer con ambas manos, y sirve tanto para pagar con el móvil como pedir un taxi o abonar los recibos de luz, gas y agua.


WeChat es una “superapp” que utilizan casi mil millones de personas en la que ya pueden anidar más de un millón de miniprogramas diferentes. Son aplicaciones de menos de 10 megabytes desarrolladas para funcionar en el ecosistema de WeChat, y resultan especialmente prácticas porque evitan la necesidad de descargar apps individuales para todo tipo gestiones cotidianas: desde hacer la compra online en el supermercado, hasta pedir comida a domicilio, o alquilar una bicicleta. Pocas cosas hay que no se puedan hacer sin salir de WeChat. Es un todo en uno.


 

Esos sistemas llegan incluso a impedir el envío de mensajes con palabras prohibidas entre usuarios que chatean de forma privada. Quien escribe, eso sí, no sabe que su interlocutor no ha recibido el mensaje, porque no aparece ninguna alerta que le avise de ello. Simplemente, el mensaje nunca llega. Por ejemplo, si se utiliza el nombre de Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz encarcelado por China y muerto de cáncer bajo custodia, el sistema bloquea el envío de ese mensaje sin advertir de ello. Y, posiblemente, toma nota de quién lo ha escrito.

Fuente: La Nación