Por Eduardo Rivas* – La realidad en Zárate se desmorona día a día y no se ve que nadie tome cartas en el asunto para hacer del Municipio un mejor lugar para vivir y vemos como, sin prisa pero sin pausa, cada día se vive peor.
Cada vez son más los barrios con dificultades en la recolección de residuos y nadie da las explicaciones del caso y, peor aún, nadie adopta las medidas necesarias para que la realidad cambie. Los cúmulos de residuos se acumulan y no se percibe que nadie haga nada por impedirlo, y quienes tienen la suerte de no padecer esta realidad, tampoco hacen nada por sus vecinos. Se niega la realidad.
Cada vez son más peligrosas las calles de las ciudades, donde los robos se suceden de manera continua y sin ver presencia policial que los impida, y las noches son un vale todo donde los jóvenes deben agradecer el volver con sus pertenencias y sin daños después de salir a divertirse.
El fin de semana pasado se conoció el video de una cámara de seguridad de un negocio de la calle 19 de marzo, a metros de Rómulo Noya, en el que se expone con toda la crudeza posible como una patota golpea a un joven hasta dejarlo tirado en la vereda sin movimiento alguno. Los transeúntes y los automovilistas pasan sin ayudar al caído, incluso hay quienes denuncian que se le mencionó lo acontecido a un policía que estaba a escasos metros pero que afirmó que no se podía mover porque no era ‘su’ lugar. ¿En qué nos hemos convertido como sociedad? ¿Se han perdido los valores de solidaridad y ayuda al prójimo?
Pero no es solo esto, también se debe soportar las calles en pésimo estado, algunas maquilladas por el programa Mi Barrio, pero que a poco de concluirse las tareas vuelven a romperse, son también las obras inconclusas como el camino al Tatú, en definitiva es el día a día lo que agobia a los vecinos.
Los dirigentes parecieran que están más preocupados en la interna partidaria o la foto junto a algún candidato reconocido, y se suceden las precandidaturas y los acuerdos de cúpulas, pero nadie discute proyectos. Nadie pone sobre la mesa lo que realmente importa, el saber cómo van a hacer para que la vida de los zarateños sea mejor.
El oficialismo, avalado por los apoyos electorales y las escasas ideas de la oposición, no propone un cambio de la realidad actual, que como todos sabemos deja mucho que desear. La oposición no pasa de la crítica hacia el oficialismo y de ser apenas una caja de resonancia para reclamos vecinales puntuales y en ningún caso se plantea como una alternativa de poder real.
Cantaba Santiago Feliú que ‘demora tanto ver dónde está la verdad: los bueyes con que aramos se deben cambiar’ y parece ser la solución necesaria, puesto que quienes hoy representan a la ciudadanía zarateña no saben estar a la altura de las responsabilidades que contrajeron con el electorado.
Está claro que la ciudadanía zarateña está indefensa. No la protege ni el Gobierno que está más preocupado en un partido de básquet, como si su suerte estuviera atada al ascenso o no a la Liga Argentina, ni la protege la oposición que no pasa de la crítica, en el mejor de los casos, o del silencio cómplice. Y en medio de todo están los vecinos que ven como su calidad de vida cada día está peor.
No alcanza con lo que tenemos, es necesario otro tipo de representantes que nos protejan ante la realidad que agobia. No pensar en líderes mesiánicos que sepan de todo y actúen como protectores de la ciudadanía, sino como verdaderos servidores públicos a su servicio, que realmente la cuide y la conduzca a un futuro mejor.
¿Y ahora quién podrá defendernos?
* Licenciado en Ciencia Política | [email protected] | @eduardorivas07 | https://principedelmanicomio.wordpress.com/
