Se presentó Lisandro Aristimuño en el Teatro Coliseo y “las constelaciones volvieron a brillar”

Un día estaba navegando por Internet como cualquier persona, cuando en Youtube apareció “La última prosa” cantado por un rionegrino llamado Lisandro Aristimuño. Al principio pensé: “va a ser como cualquier tema”; lo terminé boquiabierto. Desde ese momento hasta hoy deseé, con mucha fuerza y a medida que escuchaba sus discos, verlo en vivo. Ayer se cumplió por primera vez. Esta es mi crónica* para Multimedios EL DEBATE.

Teatro Coliseo de Buenos Aires. A telón abierto, colgaba una bola de boliche y el escenario estaba colmado de luces azules (quizá por las “constelaciones”). Todo hermoso, pero cuando a las 21:15 una voz avisó lo reglamentado (no grabar ni tomar fotos con flash), se apagaron las luces y empezó a sonar “Rastro de percal”, ahí entendí. Entendí que estaba viviendo (o empezando a vivir) algo definitivamente único. Sin dudas lo fue.

Las luces azules mutaron en rojas y desde un rincón apareció Lisandro, saludando al público y provocando las lágrimas de muchos, quien escribe incluido. Luego de esa belleza, el tiempo parecía detenerse cada vez que afinaba una guitarra. Él junto a su magnífica banda “Azules turquesas” hicieron un trabajo admirable. Tiempo de sonar para el segundo tema del disco, “Hoy, hoy, hoy”, cuyo estribillo rezaba: “Hoy, hoy, hoy yo voy a ser feliz”.

Muchos aplausos, vitoreos y gritos; el concierto ni siquiera había empezado. La tercera canción de la noche fue “Hijo del sol”, con gran ejecución de Aristimuño en guitarra. Más ovación. Seguido de un “Muy buenas noches, hermosos”, Lisandro expresó lo que significaba para él tener el teatro lleno (asombraba ver que no cabía un alma en toda la capacidad), hizo hincapié en apoyar la música independiente, teniendo su propio sello discográfico llamado “Viento azul discos” y también fue muy amable y bromista al interactuar con los presentes.

Cuarta canción de la noche y 6to tema de “Constelaciones”: “Una flor”, que en vivo sonó incluso más gloriosa que la versión de estudio y con un estupendo solo de guitarra hecho por Carli Arístide. También hubo tiempo para los invitados, siendo 4.

El primero fue Tomás Aristimuño, hermano de Lisandro; juntos hicieron una muy buena versión de “Anfibio” (tema de “Mundo anfibio”, disco editado en 2012), resultando sorprendente la complementación de voces.

Posteriormente tuvo su turno “Green lover”, hermosa canción en una versión mucho más acústica que la original siendo el resultado completamente fascinante. El segundo en decir presente anoche fue el gran folklorista (quien, presentándolo, Aristimuño señaló que junto a Raúl Carnota son dos de sus influencias) Peteco Carabajal; ellos hicieron “Tu nombre y el mío”, tema incluido en el primer disco de Lisandro, “Azules turquesas” (2004). Maravilloso.

El show seguía y aumentaban las emociones; “Para vestirte hoy” (canción de “39°”, publicado en 2007) hizo palmear a cada alma sentada en su butaca con una potente y energética versión. Cabe destacar que al final del tema hay una parte lenta: cuando llegaba la misma, las luces del teatro se prendían y a continuación volvían al tono rojo.

Tercer invitado: el enorme bajista Javier Malosetti, quien tocara con nada menos que Luis Alberto Spinetta. Luego de presentarlo y antes de realizar “Good morning life” (canción que cuando era un boceto, Lisandro olvidó y debió volver a grabar), Malosetti ejecutó un magnánimo solo de bajo, provocando gran pasión en el público.

Pasaron “En mí”, “Tres estaciones” (compuesta y dedicada para su pequeña hija Azul, quien estuvo presente en la sala) y “Constelación once” (denominado por él como un “bonus track”) con nuevamente Malosetti en bajo y voz y Nico Bereciartúa (quien trabajó con Lisandro en la producción de “Constelaciones”). Nadie podía creer lo que estaba pasando ni todo el talento desplegado en un solo escenario.

“Y hablando de Argentina, esto se llama “¿How long?””. Así presentó uno de los temas que casi promediaron el concierto, en el que al final hay una sorpresa: Rocío Aristimuño, hermana de Lisandro y bailadora nata de flamenco, hizo un zapateo perfecto al compás del ritmo, logrando que no pudiéramos dejar de observarla (y ovacionarla).

Para terminar una velada suprema, tampoco faltaron “Pozo”, “La última prosa” y “Es todo lo que tengo y es todo lo que hay” (pogo incluido). Los bises fueron “Respirar” (con una excelsa interpretación en el piano hecha por Ariel Polenta antes de dicha canción), “Elefantes” y “Cerrar los ojos”.

“Hora de dormirse, apago la luz y hoy me hizo falta verte bien”. Eso dice en “Hoy me hace falta verte bien”. Bueno Lisandro, lo lograste con creces.


Lisandro Aristimuño + Azules Turquesas: Lisandro Aristimuño en voz, guitarra, sintetizadores, pedales y loops; Carli Arístide coros y guitarra; Rocío Aristimuño, coros, percusión y zapateo; Lucas Argomedo, bajo y cello; Pablo Jivotovschii, violín; Estanislao Díaz Pumará, violín y, Martín Casado en batería.


*Juan Manuel Benmergui | Columnista programa Con Zeta de Radio EL DEBATE.