Una tragica noticia involucra a esta ciudad. “Una mujer embarazada y su hermana fueron asesinadas hoy por ladrones que lograron llevarse unos 60.000 pesos de una vivienda de la localidad bonaerense de Zárate”, crónica de la agencia DIB.
El hecho, en el que también resultaron heridos los esposos de las víctimas mortales, ocurrió a las 2.30 en una vivienda del barrio 6 de Agosto, donde al menos tres delincuentes irrumpieron para llevarse el dinero, que iba a ser destinado a la compra frutas y verduras para el comercio que compartían los matrimonios en un mercado de la zona.
Las víctimas fueron identificadas como Sergia Matilda, de 21 años, y Carmen Rosa Llanos Garcías, de 25, una de ellas embarazada y ambas de nacionalidad boliviana, quienes murieron al recibir al menos dos disparos cada una.
En tanto, sus parejas, Heber (26) y Samuel Quispe (27), también bolivianos y hermanos entre sí, resultaron heridos durante el episodio.
Un vecino identificó a los supuestos asaltantes, al denunciar que dos hombres (a uno de los cuales identificó) se presentaron en su casa y, tras amenazarlo con un arma, le exigieron que se fuera porque tenían que realizar “un trabajo”.
Según el testimonio de esta persona, ante la amenaza se dirigió a un bar cercano, donde permaneció junto a algunos amigos hasta cerca de las 3, cuando decidió volver a su casa.
Allí encontró un Renault Mondeo color gris estacionado en la puerta, ocupado por un tercer hombre que le dijo que se fuera porque aún no habían “terminado”, y volvió a irse del lugar.
Alrededor de las 5 el dueño de la vivienda regresó, los tres hombres ya no estaban, y en el comedor halló a su perro envenenado, una maza y un par de guantes de látex.
A partir de ese testimonio, los pesquisas constataron que uno de los ladrones, de apellido Lugo, se encuentra prófugo de la Justicia desde el 30 de abril último por el homicidio de un hombre de 31 años.
Por otro lado, los maridos de las víctimas precisaron a la Policía que en el domicilio faltaba el dinero que tenían guardado para la compra de víveres para su comercio, por lo que los investigadores creen que los ladrones conocían a qué se dedicaban los matrimonios. (DIB)