ZÁRATE: NI FRIGORIFICOS NI TANGO

Por Daniel Armando Vogel – Hola buen día, feliz domingo para todos; domingo de fin de semana largo, mejor dicho extralargo de Carnavales el que hoy estamos transitando.

Y vamos a hablar de transitar, porque ha quedado atrás una semana muy especial, muy particular, donde tuvimos el día más caluroso del año y de muchos años y en cuestión de horas, luego de la lluvia tuvimos la mañana más fría de un febrero de las últimas décadas, algunos dicen más de 60 años sin tener una jornada con 5º de temperatura en la ciudad de Zárate, después de haber tocado una térmica a principio de la semana, de alrededor de los 40º.

Semana transitada con las más variadas molestias, acentuadas en aquellos que no toleran el calor o el frío y aquellos en contrapunto, de los que disfrutan el frío o el calor.

Esto solo es anecdótico, porque lo que nos debe hacer pensar es ¿que estamos haciendo con nuestro ecosistema que la naturaleza nos responde con una sacudida climática de semejante envergadura?, sin dejar de reconocer que hace pocos días el Mundo vivió un nuevo sacudón, allí en Turquía y Siria que dejó, decenas de miles de muertos ante la catástrofe natural.

Y otra catástrofe ya no natural, sino política transcurrió durante esta semana en Zárate, y tuvo que ver con el llamado evento Cumbre de Cumbres del Tango.

Hace muchos años, Zárate fue una zona rural, ya no lo es o no es el principal recurso económico de la región; si hablamos del recurso económico en su momento, Zárate fue una ciudad frigorífica, los mataderos y el frigorífico Smithfield marcaron su trayectoria, andar y popularidad.

Hoy Zárate, tampoco ya lo es.

Tenemos una ciudad asentada en una gran concentración industrial que fue primero del sector químico y petroquímico, pero hoy está marcada e identificada desde hace más de 25 años con la inversión automotriz japonesa, que maneja nuestra economía e identidad como comunidad.

Fuimos rurales, fuimos frigoríficos, fuimos químicos, ahora somos automotriz.

Y el tango fue en Zárate hace muchas décadas en la figura de Homero y Virgilio Expósito principalmente, una ciudad que tuvo como otras tantas, orientación tanguera en su devenir cultural.

Virgilio y Homero, como el frigorífico y los químicos, ya fueron.

También a la vista está que Zárate no es una ciudad tanguera. El tango es solo recuerdo.

El fracaso del evento y capricho político, llamado Cumbre de Cumbres que, a las empresas, a los auspiciantes y al pueblo de Zárate le cuesta un oneroso presupuesto nunca conocido, por sí mismo responde.

Es hora de archivar el proyecto y quedarnos, con la memoria y los recuerdos. No es negocio ni económico ni de difusión, un festival tanguero.

Muchas familias recuerdan con melancolía el frigorífico Smithfield y los miles y miles de trabajadores que allí se desarrollaban, como también los millones y millones de recursos por exportación que, desde ahí, entraban al país. Ahora es Toyota y la Hilux, quien ocupa ese lugar protagónico. Y tal vez, como todo en la vida, un día este presente con casi 10 mil empleados, un día termine y nos quedaremos con el recuerdo melancólico, de este presente brillante.

Ya no somos frigorífico, irrefutablemente señores, Zárate ya no es tango.

AL QUE LE QUEPA EL SAYO…