El tenista español, máximo favorito al título y actual campeón del torneo que comenzó este lunes en el Buenos Aires Lawn Tenis Club, afirmó que “por ese motivo quise regresar este año, porque las vibraciones que se viven aquí son muy especiales y la gira sudamericana (que incluye Río de Janeiro) es maravillosa”.
El tenista español Carlos Alcaraz, máximo favorito al título y actual campeón del Argentina Open, consideró este lunes que “la energía que se vive en Buenos Aires es muy especial” y que esa fue acaso la principal razón por la cual decidió jugar nuevamente el torneo este año.
“Quise regresar este año porque las vibraciones y energía que se vive en Buenos Aires son muy especiales. La gira sudamericana es maravillosa, jugar acá y luego en Río es algo que a los tenistas que no vienen les diría que probaran hacerlo”, subrayó el actual número dos del planeta, detrás del notable serbio Novak Djokovic.
Alcaraz, de 20 años, atendió a los medios en la sala de prensa montada en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, a tres días de su debut en el torneo, que se producirá el jueves próximo.
“El año pasado vine a Buenos Aires porque no tenía partidos encima, llevaba un tiempo sin competir y necesitaba jugar. El torneo me encantó, muchos españoles ganaron acá, la gente es maravillosa y fue increíble para mi lo que viví”, añadió el tenista, ganador de dos títulos de Grand Slam, el US Open en 2022 y Wimbledon en 2023.
Alcaraz, visualizado como referente del tenis mundial en los próximos años, es la máxima atracción del Argentina Open y se nota a cada paso, ya que la gente lo persigue en el estadio y le presta muchísima atención a cada movimiento, incluido el puñado de entrenamientos que llevó a cabo en las canchas auxiliares.
Su debut será el jueves en la ronda inicial directamente en octavos de final frente al ganador del cruce de la ronda inicial que animarán el peruano Juan Pablo Varillas (85) y el argentino Camilo Ugo Carabelli (134), surgido de la clasificación.
“Comparado con el año pasado hubo cambios en el torneo, se mejoró muchísimo, las canchas están muy bien, la organización está pendiente de cada detalle y eso es maravilloso para nosotros. Además, el público que se involucra mucho en el tenis, no me extrañaría para nada que se convierta en un ATP 500”, añadió el murciano.
Alcaraz, quien el año pasado le ganó la final del ATP 250 porteño al británico Cameron Norrie, está considerado como el sucesor del notable español Rafael Nadal en polvo de ladrillo, aunque por el momento conquistó dos Grand Slam, uno en césped (Wimbledon) y otro en cemento (el US Open) y no pudo quedarse con Roland Garros.
“Un Grand Slam es importante siempre, no importa si es Roland Garros o el Abierto de Australia. El año pasado hice semis en París, no siento que deba ganarlo o que sea una espina clavada, es un torneo muy bonito y especial para todos los españoles y conseguirlo sería un sueño, pero vale como cualquier otro Grand Slam”, aclaró el español.
En cuanto a la actualidad en el circuito, con Djokovic dominante como número uno del mundo y el italiano Jannik Sinner, reciente campeón en Australia, al acecho, el murciano consideró que estar peleando arriba con ellos es una enorme motivación.
“Tuve un gran 2023 desde Buenos Aires en adelante, me pasaron muchas cosas y estoy con mucha confianza. En el circuito Djokovic y Sinner son los rivales a batir, más allá de que todos son duros. También está Zverev, un rival que me suele ganar, pero ellos dos (Nole y el italiano) están en el top ahora mismo”, destacó el murciano, ganador de un total de 12 títulos en su carrera.
En cuanto a su proyección en el circuito, el español consideró que la ambición es su principal impulso para competir contra los mejores del mundo, siendo que él forma parte de esa elite.
“Soy muy competitivo y ambicioso, quiero ganar todo lo que juego, eso me impulsa y me hace afrontar cada torneo con mucha ilusión. Verlo a Djokovic arriba y al resto de los tenistas que están ganando es otra motivación más para pelear contra ellos”, explicó Alcaraz.
El tenista entrenado por un exnúmero uno del mundo como el también español Juan Carlos Ferrero (ganó Roland Garros en 2003 y el Argentina Open en 2010), reveló finalmente uno de sus secretos para mantenerse en la elite del tenis mundial.