El delantero de 31 años lee muy bien la línea defensiva rival y generalmente queda bien posicionado para definir.
Adrián Martínez es una de las sensaciones del fútbol argentino. Desde que llegó a Racing anotó doce goles en catorce partidos, extendiendo el gran nivel que había mostrado con la camiseta de Instituto. Una de sus principales virtudes, que explican la gran cantidad de tantos convertidos, es su buena lectura de la línea defensiva rival; esto hace que quede muy pocas veces en offside y aproveche los pases filtrados de sus compañeros para convertir.
La mayoría de los goles de Maravilla fueron de esta manera. Pases entrelíneas de sus compañeros y él picando en el momento justo para emplear otra de sus grandes virtudes, la capacidad de definir con el arquero encima.
El primero que anotó jugando al borde del fuera de juego fue en el clásico ante San Lorenzo, aunque con la particularidad de que fue un centro desde el costado derecho. Luego, frente a Newell’s, Independiente, Boca, San Martín de Burzaco, Central Córdoba y Sportivo Luqueño, hizo goles muy similares, colándose entre los dos centrales o entre el central y el lateral rival, para luego enfrentar al arquero en una posición muy favorable.
Otra de las virtudes que tiene este plantel de Racing es la cantidad de buenos pasadores que posee en el mediocampo. Jugadores como Juan Fernando Quintero, Agustín Almendra o Bruno Zuculini, suelen abastecer bastante a los delanteros. Esto sin dudas es algo que aprovechó el oriundo de Campana, que se entendió muy bien con ellos desde un principio.
Con otro futbolista que formó una buena dupla Maravilla es con Maximiliano Salas, quien también llegó en este mercado de pases a la Academia. Ambos se complementan muy bien en el ataque y suelen abastecerse entre sí a la hora de generar ocasiones de gol. Con Roger Martínez, por otra parte, coincidieron poco, pero en el último partido, ante Sportivo Luqueño por Copa Sudamericana, esta dupla también dejó aspectos positivos.