La mayoría de las personas que contraen la infección necesitan hacer reposo en su casa. La importancia de la hidratación para prevenir los casos graves.
El dengue es una enfermedad que se transmite por la picadura de hembras de mosquito Aedes aegypti infectada. Sus síntomas más frecuentes incluyen la fiebre alta, el enrojecimiento e inflamación de la piel, y dolor intenso de cabeza, detrás de los ojos, en músculos y articulaciones.
En este momento hay un aumento de casos de dengue en América Latina y el Caribe, y el Cono Sur -integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay-, es la zona más golpeada.
En ese contexto y ante la aparición de síntomas, las autoridades sanitarias recomiendan hacer la consulta médica. Si el cuadro es leve y se puede transitar en el hogar, con seguimiento médico, también hay que prestar atención a la alimentación que se adoptará durante los días que dure la infección.
¿Qué bebidas puedo tomar si tengo dengue?
“Cuando una persona cursa la infección del dengue, lo más importante es lograr tener un buen estado de hidratación. Se recomienda un consumo de entre 2 y 3 litros de agua al día”, dijo a Infobae la licenciada en nutrición Cecilia Martinelli, coordinadora del comité científico de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND) y docente de la carrera de Nutrición de la Universidad de Belgrano.
Hidratarse no solo con agua sino también con sales es otra de las recomendaciones. “Consumir esas bebidas que usan los deportistas, sorbo a sorbo, tranquilos, es muy importante para que el sistema inmune dentro de la célula donde los virus viven y se multiplican, funcione bien”, señaló el inmunólogo Alfredo Miroli tras reuniones con las autoridades sanitarias de Tucumán.
El infectólogo explicó que la importancia de tomar líquidos se debe a que “la mayoría de los casos graves en dengue, que antes llamábamos hemorrágico, eran personas que no estaban bien hidratadas y tuvieron una falla inmune”, concientizó Miroli.
¿Qué debe comer una persona con dengue?
Además -señaló la experta- “es fundamental mantener un buen aporte de frutas y verduras frescas, que además de contribuir a la hidratación poseen otros nutrientes importantes para fortalecer nuestro sistema inmune como la vitamina C”.
Se deberían incorporar alimentos que contengan buen aporte de hierro, como carnes magras, pollo, huevos y alimentos con nutrientes antiinflamatorios como el Omega 3, que está en los pescados, y la vitamina E, comentó Martinelli.
Lo ideal según los expertos, es que la persona con dengue siga un patrón alimentario estilo Mediterráneo porque contiene todos los componentes bioactivos y los nutrientes esenciales para fortalecer el sistema inmunitario.
“Es un patrón que contiene lácteos, frutas, verduras, cereales integrales (arroz, quinoa), legumbres (como lentejas, garbanzos, porotos), y las grasas buenas, que están en la palta, el aceite de oliva, los frutos secos y las semillas”, dijo.
Qué alimentos evitar cuando se tiene dengue
Además, hay que considerar que algunos consumos son perjudiciales. “Se debería evitar el consumo de bebidas alcohólicas, productos del tabaco, y la automedicación”, subrayó.
Con respecto a los alimentos ultra-procesados, como papas fritas, hamburguesas y gaseosas, Martinelli comentó que “son pobres nutricionalmente. Por eso es esencial privilegiar los alimentos naturales, ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes. La mayor parte de nuestra alimentación debería estar cubierta por alimentos no procesados o mínimamente procesados, que son los que el cuerpo necesita para cubrir sus requerimientos diarios”.
Cuánto tiempo hay que hacer reposo por el dengue
Si no hay signos de alarma la fase de recuperación comienza entre el séptimo y décimo día, cuando mejora el estado general de la persona y poco a poco se puede reincorporar a su vida cotidiana.
Sin embargo, es importante saber que el dengue puede tener formas graves y causar la muerte. En caso de presentar alguno de los signos de alarma como dolor abdominal intenso y continuo; mareo o desmayo; vómitos persistentes; somnolencia; intranquilidad o irritabilidad; sangrado en encías, vómitos, orina o heces se debe acudir a un centro de salud de inmediato, según el Ministerio de Salud de la Nación.
Cómo debe protegerse la persona con dengue contra los mosquitos
“El dengue suele provocar el aumento de la temperatura corporal, es decir una fiebre alta, con una duración que va entre 2 a 5 días. Durante ese tiempo, el paciente con la infección está cursando una fase de viremia en la que el virus se encuentra en el torrente sanguíneo. Si un mosquito pica a esa persona en esa fase febril, se puede contagiar el virus del dengue”, explicó a Infobae la doctora Andrea Uboldi, secretaria de Salud de la provincia de Santa Fe e integrante de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn).
Por eso, es clave que la persona siga medidas de cuidado para evitar que el paciente con dengue sea picado por mosquitos. De lo contrario, hay más riesgo de que los insectos piquen al paciente, se infecten, luego transmitan el virus a otras personas y así se favorece la continuidad de la epidemia.
De acuerdo con la doctora Uboldi, tal como informó Infobae, las recomendaciones que se deberían seguir son las siguientes:
- Si una persona tiene fiebre, debería aplicarse el repelente para evitar ser picado por mosquitos antes de ir a la consulta médica.
- Si la persona ya recibió el diagnóstico de dengue y no requiere hospitalización, debería permanecer en una habitación cerrada, con aire acondicionado o con mosquiteros. De esta manera, también se evitan las picaduras de mosquitos.
- En su hogar, el paciente que se atiende de manera ambulatoria debería usar repelente y repetir su aplicación según el tiempo de duración del efecto de cada producto.
- Los familiares o amigos del paciente deberían revisar si hay criaderos de huevos y larvas de mosquitos cerca del paciente. Se deberían eliminar los recipientes en desuso que puedan acumular agua, como: latas, botellas, neumáticos. Si algunos no pueden eliminarse, se debería dar vuelta baldes, palanganas, entre otros; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua, como las botellas retornables.