Por qué es importante contar con stock, quiénes pueden donar, cuántos tipos de sangre hay y cómo se usa la sangre.

Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, con el propósito de motivar la donación voluntaria y habitual de sangre.

La doctora Silvia Morales, especialista en clínica médica, ofrece cinco claves en formato de preguntas y respuestas para promover la donación, desterrar mitos y sumar información.

1. ¿Quiénes pueden dar sangre?

Hay ciertos requisitos que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, las restricciones etarias: se debe tener entre 18 a 65 años, pesar más de 50 kilos y contar con un buen estado de salud. Se debe concurrir a donar a los centros de salud con DNI, ropa cómoda para arremangarse, un buen descanso previo y desayunar (café, mate o tés azucarados sin leche y comer frutas).

A su vez, la persona donante no debe haberse realizado tatuajes o piercings en los últimos 12 meses ni haber tenido enfermedades transmisibles por sangre (hepatitis, HIV, chagas, sífilis) u operaciones por un periodo de un año. Existen otras cuestiones de salud que pueden impedir donar por algún período de tiempo o eternamente, depende de qué tema de salud específicamente se trate.

2. ¿Cuántos tipos de sangre hay?

Son realmente muchos los que se investigaron, descubrieron y clasificaron; se considera que son más de 300 colecciones de grupos sanguíneos. Los que más se utilizan al momento de la donación, son el GRUPO ABO (que incluye el grupo A, B, C, 0 y AB) y de todas sus formas puede haber factor RH (que es otro grupo) positivo o negativo, combinándolos entre sí. Por ejemplo, 0+. Estos son los principales que se tienen en cuenta al momento de donar, luego hay otra batería de estudios que se realizan en el laboratorio de inmunohematología para detectar otros grupos y clases y poder hacer la transfusión al paciente.

3. ¿Cómo se usa la sangre?

La sangre obtenida en la donación se separa en sus distintos componentes para que cada paciente reciba lo que necesita. Sus usos más frecuentes son:

Plasma: plasmaféresis – déficit de factores de la coagulación.

Plaquetas: leucemias, quimioterapia, grandes hemorragias.

Glóbulos rojos: cirugías, accidentes, hemorragias, trasplantes, anemias.

Crioprecipitado: hemofilias y coagulopatías.

 4. ¿Qué se debe saber sobre la donación?

Al donar sangre no se corre ningún riesgo de contraer enfermedades. El material que se usa es estéril y descartable. Donar sangre no debilita, no engorda, no adelgaza, ni trae ningún perjuicio al donante. Inmediatamente después de la donación el organismo comienza a compensar el volumen extraído (450 ml). El donante no notará ninguna diferencia.

La entrevista previa está destinada a evaluar su aptitud y determinar posibles contradicciones, para cuidar al donante y al receptor. La información queda protegida por la confidencialidad médica.

Después de cada donación se hacen estudios sistemáticos de laboratorio:

Determinación de grupo sanguíneo y factor Rh.

Detección de infecciones transmisibles por transfusión: sífilis, hepatitis B, hepatitis C, brucelosis, HIV/ SIDA, chagas y HTLV I y II.

En caso de llegar a algún resultado que imposibilite la utilización de la sangre estudiada, la unidad se descarta y el donante es convocado para su información, orientación y tratamiento adecuado.

5. ¿Cómo se podría promover más la donación de sangre en la sociedad?

Lo principal es sumar instituciones que puedan abrir sus puertas para que sus comunidades donen sangre. La idea es que sea más accesible para la gente poder donar de forma más sencilla y en los lugares más habituales. Por ejemplo, cuando se va al cine, donde se estudia, en donde se hace deporte, en los trabajos, en lugares que no sean solo hospitales, sino que representan la cercanía para las personas y un ambiente ameno para poder donar.