Los fósiles de esta nueva especie fueron hallados en un exquisito estado de conservación al noroeste de la provincia de Mendoza. Se trata de un pez pequeño, con una boca grande, comparable a la del Guasón, grandes ojos y escamas robustas delante de sus aletas que favorecían su desplazamiento en el agua.
La doctora Soledad Gouiric Cavalli, investigadora del Museo de La Plata y del CONICET, afirmó a la Agencia CTyS-UNLaM que esta nueva especie del Triásico bautizada como Calaichthys tehul tenía un aspecto muy diferente a los peces de la actualidad.
“Estos pececitos, a diferencia de los actuales, no tenían la posibilidad de expandir mucho la boca, por lo que tenían una abertura mucho más grande que se extendía hasta por detrás de sus ojos”, manifestó la autora principal del estudio publicado en la revista científica Papers in Palaeontology.
“Su boca era tipo la de un Guasón con una sonrisa súper grande”, relató Guiric Cavalli. Y agregó: “También, si uno compara el tamaño de su cráneo y de sus ojos, nota que tenía unos ojos muy grandes y eso es característico de los peces primitivos”.
Este pequeño Calaichthys -que medía unos 6 centímetros de longitud-, tenía aletas muy robustas y escamas bastante grandes delante de sus aletas que le servían para favorecer su hidrodinámica.
Es el primero del grupo de los Redfieldiiformes descubierto en Sudamérica, más precisamente en la Formación Cerro de Las Cabras, al noroeste de Mendoza, en la localidad Potrerillos en el Cerro Bayo.
En aquel entonces, hace 240 millones de años, todos los continentes estaban unidos en una Pangea y el ambiente era muy distinto al de la actual Mendoza. “El ambiente era bastante árido, la temperatura más alta que ahora, y se formaban lagos efímeros que desaparecían por completo en períodos de sequía”, relató la investigadora del MLP y CONICET.
“Es por este motivo que en el sitio se encuentran plantas, insectos y ahora este pez en excelente estado de conservación, que podrían haber sido cubiertos rápidamente por sedimento fino”, aseveró Soledad Gouiric Cavalli a la Agencia CTyS-UNLaM.
Los fósiles de este pez fueron descubiertos en 2014, por parte de investigadores del. “Debido al excelente estado de preservación, no llevó mucho tiempo preparar los materiales y se pudo hacer el estudio con bastante rapidez”, contó la investigadora.
“Hace más de 20 años que el IANIGLA hace campañas en dicho sitio y es la primera vez que se encuentra restos tan completos y tan bien preservados de un pez, porque son formas muy frágiles”, destacó Gouiric Cavalli. Y agregó: “En general, se encuentran escamas o parte del cráneo, pero en este caso está muy completo, puede apreciarse con claridad las escamas por ejemplo”.
Al ser una forma tan bien conservada, este pececillo con boca de guasón brindó un montón de información respecto de la anatomía, de las escamas, de la estructura de detalle de algunos huesos del cráneo y aporta datos para poder entender este grupo del que no se tenía registro hasta ahora en Sudamérica.