Las propiedades medicinales de la jarilla fueron aprovechadas por investigadores del Conicet y un laboratorio nacional. Para asegurar la disponibilidad del recurso genético, se está realizando un relevamiento de este arbusto en las provincias de San Luis, Córdoba y Mendoza.
Hace 20 años, científicos del Conicet se propusieron estudiar esta planta para validar científicamente estas cualidades. Finalmente, gracias al trabajo de Claudia Anesini y su equipo se logró determinar la eficacia para su uso en afecciones relacionadas a la caída del cabello. El Conicet logró obtener la patente y luego transfirió al Laboratorio Garré Guevara que comenzó con la producción de la línea Ecohair, hace cinco años.
Ahora, esta marca de productos para el tratamiento de la calvicie desarrollada en forma conjunta por investigadores del CONICET y el citado laboratorio argentino fue presentada oficialmente en el Reino Unido.
Cristian Desmarchelier, científico del CONICET y uno de los responsables de este desarrollo, destacó que “se puso en valor un recurso genético que aparentemente no tenía ningún valor, como el de la jarilla -planta que crece en las zonas áridas del oeste de nuestro país-, y se transformó en un producto premium gracias a la ciencia y la tecnología”.
El lanzamiento oficial del portal web se llevó a cabo en la Embajada Argentina en Londres y la sede central de PHL en Southampton, los días 26 y 27 de septiembre respectivamente.
“Este es un ejemplo de lo que hoy conocemos como bioeconomía: poner en valor nuestra naturaleza, transformarla en productos de alto valor agregado y en forma sostenible, lo que a su vez hace mucho más fácil justificar su preservación. Argentina debería desarrollar un porfolio de este tipo de productos para los mercados del mundo”, destaca Demarchelier.
Fuente: Clarín