Lechuga, tomate, zapallito y melón son algunas de las alternativas que permite el cultivo en sustrato.
El ingeniero agrónomo Matías Bocchino, uno de los desarrolladores del proyecto, sostuvo que “la calidad de la cosecha se vio acrecentada significativamente. Las experiencias internacionales demuestran que estos dos parámetros (calidad y rendimiento) se incrementan con respecto al cultivo en suelo, siendo Holanda (con cultivos de altísima tecnología) el país con mayores valores de rendimiento por metro cuadrado, los cuales llegan a quintuplicar los volúmenes obtenidos en suelo en la Argentina”.
Su colega, Fernando Ayala, explicó las razones por las cuales se elige este tipo de cultivo: “La posibilidad de independizarse del suelo, implica escapar de los patógenos que en él habitan y por ende escapa a la necesidad de tener que usar desinfectantes de suelo, con todos los problemas ambientales que esto conlleva. Representa también un manejo preciso de la nutrición. Estos dos puntos son claves ya que una planta bien nutrida no se estresa y enferma tanto como otra que no lo está”.
¿Cómo funciona?
Los técnicos coincidieron en que, para llevar a cabo este innovador sistema, es importante contar con el riego y la fertilización automatizada. “El sistema es muy exigente en la precisión de ambos factores, por lo que es clave la utilización de goteros auto-compensados para que a cada planta le llegue la cantidad requerida de nutrientes y agua; y asimismo no se vea modificada por variaciones de presión, que existen entre el inicio y final de las líneas. También es fundamental un filtrado eficiente, para evitar el ingreso de partículas no deseadas dentro del sistema de emisión”, indicó Bocchino.
El Sur se planta
Mientras tanto, en Chubut, los técnicos de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) tiene en Esquel, utilizaron la lana que se descarta de la esquila como sustrato para elaborar plantines hortícolas, con buenos resultados de crecimiento a campo. Además, diseñaron un sistema de riego que se puede construir en cualquier hogar a bajo costo.
Los tomates platenses elaborados con plantines en sustrato de fibra de coco alcanzaron una mejora del rendimiento de hasta el 40% comparado con los desarrollados de manera tradicional.
Fuente: Infobae