Artritis reumatoidea: la enfermedad discapacitante que padecen 400.000 argentinos

Según establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), la artritis reumatoidea es una enfermedad autoinmune, es decir que el propio sistema de defensas del organismo no funciona correctamente y ataca a las células sanas.

A nivel mundial, se estima que existen más de 21 millones de pacientes con Artritis Reumatoidea (AR). En Argentina la prevalencia general de AR se ha estimado entre un 0,96% y un 1,97% por 1000, siendo mayor la frecuencia en mujeres que en varones. Extrapolando los datos al censo del año 2010, podríamos considerar que existen 400.000 personas que padecen AR en nuestro país.

“La patología suele presentarse entre los 20 y 40 años, es decir la edad más productiva y afecta cuatro veces más a las mujeres. Los principales síntomas son dolor e inflamación articular, sobre todo de manos y pies, asociados a rigidez que se agrava con el reposo, pudiendo también afectar ojos y pulmones”, sostuvo el doctor Eduardo Mysler, Reumatólogo, Director Médico en Organización Médica de Investigación (OMI).


Según el especialista, la artritis reumatoidea se diferencia de la artrosis dado que ésta última perjudica al cartílago y empeora con el paso del tiempo, afectando con mayor frecuencia a personas añosas.


 

En los casos más severos de la enfermedad -donde se observan marcadas deformidades articulares- las personas suelen abandonar su trabajo y se ven incapaces de realizar actividades propias de la vida cotidiana, como abrir un frasco, girar una manija o retorcer ropa. Esto causa que algunos pacientes tengan que abandonar incluso las actividades de ocio y recreación, afectando así también su vida social.

Recomendaciones para reducir las molestias

Existen algunas recomendaciones para incorporar a la rutina diaria que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes:

• Evitar los esfuerzos y el exceso de actividad física
• Durante el descanso, mantener una postura adecuada, de forma tal que los brazos y piernas se mantengan estiradas
• Comenzar el día con un baño de agua caliente ya que contribuye a disminuir la rigidez articular matutina
• Incorporar una alimentación balanceada y evitar el sobrepeso a fin de no recargar las articulaciones de caderas, rodillas y pies
• Realizar ejercicios “isométricos” porque ayuda a fortalecer huesos y músculos

Fuente: Infobae