El 70% de los casos de cáncer de ovario se diagnostican en etapas avanzadas

Con una incidencia de una cada 72 habitantes en el país, la enfermedad es la quinta causa más frecuente de muerte por cáncer en mujeres. La falta de síntomas específicos en la mayoría de los casos dificulta la detección temprana.

De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, el carcinoma epitelial de ovario es una de las malignidades ginecológicas más comunes, lo que la convierte en la quinta causa más frecuente de muerte por cáncer en mujeres. Se tratan de tumores que pueden originarse en el ovario, las trompas de Falopio o el peritoneo. Ante la falta de síntomas específicos, en la mayoría de los casos, la detección de la patología se da cuando el cáncer de ovario ya se encuentra avanzado.

Si bien puede afectar a las mujeres de cualquier edad, a partir de los 55 años aumenta su incidencia. Una de las mayores dificultades que presenta el cáncer de ovario es la falta de métodos que permitan su detección en estadios tempranos.

El médico oncólogo clínico Gonzalo Giornelli es jefe del Departamento de Oncología Genito-Urinaria del Instituto Alexander Fleming y señaló: “Ante una mujer que presenta dolor pélvico, síntomas digestivos como distensión, la constipación, la plenitud postingesta o dificultad para la eliminación de gases, el médico tratante debe sospechar en el diagnóstico de cáncer de ovario”.

 

 

Dado que el principal factor de riesgo es la predisposición genética, no existen programas de prevención de la patología, aunque se dispone de tests diagnósticos que pueden identificar potenciales portadoras de genes que predisponen a la enfermedad. “Sólo en las pacientes portadoras de mutaciones en genes que predisponen al cáncer de mama y de ovario (BRCA 1 & 2), que tienen un riesgo más aumentado que la población general, se puede hacer una cirugía preventiva extirpando ovarios y/o mamas luego de detectada la mutación, lo que disminuye el riesgo de tumores en estos órganos”, explicó.


La mayoría de los casos de cáncer de ovario tienen indicación de asesoramiento genético oncológico. La sospecha sobre el origen hereditario de la patología se incrementa si en la familia se dan casos de cáncer de mama, colon, útero y ovario. Actualmente, la ecografía transvaginal, que hoy forma parte de los estudios de rutina que realiza una mujer, puede arrojar muchos falsos positivos, lo que la descarta como un método de detección temprana.

“Sin embargo, más allá de la falta de métodos de detección efectivos, todas las mujeres en edad reproductiva o no deben realizarse los controles ginecológicos anuales, que incluyen un PAP, colposcopía, mamografía/ecografía y ecografía transvaginal”, destacó Giornelli.


Una vez diagnosticada la enfermedad, y de acuerdo con el estadio en que se presente cada paciente, hay alternativas terapéuticas que pueden mejorar el pronóstico cuando se combinan con el tratamiento quirúrgico adecuado. Cuanto más precoz sea el diagnóstico, mayor será la sobrevida tras la enfermedad.

Fuente: Infobae