La crisis del coronavirus obligó a las autoridades de París a prohibir la asistencia de público; en Catalunya se plantean la misma posibilidad.
La Generalitat de Cataluña decidirá esta semana sobre la posibilidad de que el Barça-Napoli de la Liga de Campeones, partido de vuelta de los octavos de final del 18 de marzo, se juegue a puertas cerradas a causa de la crisis del coronavirus.
“Esta es una hipótesis y esta semana se negociará entre el govern y el club de acuerdo con los protocolos que marca la conselleria de Salud ante el coronavirus. Ahora mismo no hay ninguna decisión tomada”, aseguró este lunes Gerard Figueras, secretario de Deportes de la Generalitat, en unas declaraciones a Catalunya Ràdio.
Figueras recordó que Nápoles no es una de las zonas de confinamiento en Italia, pero sí que Italia es “un país en zona de riesgo” por lo que “siguiendo los protocolos de salud sería una opción viable”.
En el caso de que el partido acabara jugándose sin público, sería el segundo que se disputa de esta modo últimamente en el Camp Nou, que ya acogió un Barça-Las Palmas de La Liga el 1º de octubre de 2017.
Por otra parte, el gobierno francés anuncio la prohibición de celebrar acontecimientos con más de mil personas, por lo que el partido entre Paris Saint-Germain y Borussia Dortmund se disputará a puertas cerradas, según informaron varios medios europeos, entre ellos L’Equipe.
La contracara es el partido entre Leipzig y Tottenham, que sí se disputará con público pese a la recomendación del Gobierno alemán de suspender los actos públicos con más de mil asistentes. Las autoridades de Leipzig, competentes en la materia, decidieron mantener el encuentro con público, tras recordar que Reino Unido, de donde proceden mayoritariamente los hinchas visitantes, no es zona de riesgo.
TyC Sports