Más tiempo adentro por los cuidados que impone la pandemia y las temperaturas que no superan los 10ºC, especialmente durante las noches y a la madrugada. El aumento del uso de los artefactos a gas para cocinar, calentar agua, calefaccionar; y la poca ventilación de los ambientes -aunque se trate de algo fundamental, además, para evitar la propagación de los virus que causan el Covid-19- incrementan el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono (CO), que puede resultar letal y es de fácil prevención con las correctas medidas de seguridad y control.
(21 de junio – Día de la Concientización y Prevención contra el Monóxido de Carbono (CO) Para MetroGAS, la seguridad y salud de sus usuarios es fundamental. A través de consejos de prevención y buen uso de los artefactos, pueden prevenirse las aproximadamente 200 muertes por año que suceden en el país. “Es una de las intoxicaciones más difundidas en todo el mundo y una de las más subdiagnosticadas”, explica la Dra. Silvia Cortese, (MN 68057), toxicóloga de Swiss Medical y vicepresidenta de la Asociación Toxicológica Argentina.
A partir de este dato, Alejandro Di Lázzaro, gerente de Relaciones Institucionales de MetroGAS, remarca que “para la empresa, esta causa, es un compromiso que se alinea con nuestros valores, por eso hacemos un esfuerzo en esta campaña, que permitiría evitar el ciento por ciento de los accidentes por inhalación de monóxido de carbono”.
El monóxido de carbono se origina cuando la cantidad de oxígeno es insuficiente para la correcta combustión de elementos tales como carbón, madera, querosén, alcohol o gas natural, los cuales son materiales combustibles ricos en carbono y que necesitan oxígeno suficiente para quemarse adecuadamente.
Según datos oficiales, en la Ciudad de Buenos Aires más del 80% de las intoxicaciones son generadas por las fallas de artefactos de gas en el hogar. Entre los que más fallan, están los calefones con mal funcionamiento. Por ello, la revisión anual de los artefactos, realizada por un gasista matriculado, resulta clave: gran parte de los casos de este tipo de intoxicaciones están relacionados con el uso de artefactos inadecuados o el deficiente funcionamiento de equipos a gas, ubicados en ambientes no aptos, mal ventilados o con las rejillas, que liberan monóxido de carbono, tapadas.
Qué hacer ante los primeros síntomas
“Lo primero que hay que tener en cuenta es que el monóxido de carbono no genera olor: ni a quemado, ni ninguno de los olores característicos a gas. Por eso, se lo considera el ‘asesino silencioso’. ¿Cómo lo detectamos? Si más de uno de los integrantes de la familia siente cefaleas, sensación nauseabunda, vómitos, palpitaciones -la sensación de que ‘el corazón se le sale por la boca’, caídas, falta de concentración, sensación de confusión, mareos, movimientos involuntarios -algo así como que el cuerpo no nos responde a lo que queremos hacer-, estamos ante la presencia de peligro”, explica la Dra. Silvia Cortese, y agrega “si la situación se agrava, aparecen también temblores, convulsiones y hasta el fallecimiento de la persona que está en el ambiente”.
¿Qué es necesario considerar si se detecta un principio de intoxicación?
“Si sospechamos un principio de intoxicación, lo importante es no desestimarlo: abrir todas las ventanas a fin de ventilar muy bien el ambiente. Si la persona no puede moverse, es clave intentar llegar a la puerta de la casa, pedir ayuda y abandonar el ambiente en el que sospechamos que nos estamos intoxicando”, agrega la toxicóloga.
El aire libre hace que el oxígeno tenga una concentración adecuada y eso hará que se empiecen a nivelar los niveles de monóxido de carbono que tenemos en nuestra sangre. Pero no es lo único que recomiendan los profesionales para prevenir complicaciones: “Es fundamental trasladarse al centro de salud más cercano. Si no podemos deambular, llamar a una ambulancia y que no nos dejen en el domicilio: insistir al profesional médico que tenemos una intoxicación por CO, porque sus características pueden ser mal interpretadas como una intoxicación por ejemplo alimentaria”, detalla Cortese.
Es de suma importancia tomar medidas de prevención, sobre todo mujeres embarazadas, lactantes, niños pequeños, personas mayores y los que sufren de anemia, problemas del corazón o respiratorios, quienes pueden ser mucho más sensibles al CO.
El monóxido de carbono produce daños a aquellos sistemas de nuestro organismo que requieren de mucho oxígeno: el sistema nervioso central (SNC) y el corazón. Por eso, las consecuencias a largo plazo de una intoxicación pueden suceder a estos dos niveles: “durante la intoxicación, podemos tener un impacto miocárdico, por lo que es clave que en la atención médica se requiera un electrocardiograma, un análisis de sangre (carboxihemoglobina), marcadores de impacto miocárdico, que si no son adecuadamente evaluadas pueden tener complicaciones a largo plazo”, dice la médica.
A nivel del SNC, puede traer secuelas y deterioros cognitivos, como enfermedades parecidas al Parkinson. “Es una intoxicación a la que hay que darle la importancia que tiene: es la que más morbimortalidad da no sólo en la Argentina, sino también en el mundo. Si no se diagnostica, puede generar complicaciones y muertes a largo plazo”, explica Cortese.
Qué tener en cuenta para prevenir una intoxicación por CO
Según Diego Rodríguez, gasista matriculado Nº 72832, los pasos a tener en cuenta son:
- Asegurarse que el color de la llama que emite el artefacto a gas sea uniforme y de color azul. Si su tonalidad es anaranjada, indica que funciona en forma defectuosa
- Hacer revisar periódicamente las instalaciones por un gasista matriculado en la zona de distribución
- Ventilar de forma permanente los ambientes (a través de rejillas compensadoras reglamentarias)
- Utilizar fuentes de calor de tiro balanceado. En estas la combustión se genera en una cámara estanca (cerrada), es decir, que toma el aire del exterior y libera los gases de combustión afuera, de manera tal que evita la disminución del oxígeno ambiental
¿En qué situaciones es fundamental controlar las instalaciones y en cuáles los artefactos?
“Depende de lo que informe el usuario: si tiene olor a gas lo ideal sería controlar la instalación y los artefactos; si huele extraño o si la llama es amarilla, se controla el funcionamiento del artefacto, la forma en que está funcionando su combustión o si tiene alguna basura obstruyendo la salida de gas”, agrega el gasista.
Las revisiones “deben hacerse anualmente, ya que según el ente regulador se solicita que un matriculado intervenga una vez por año para que se normalice la instalación y los artefactos”, explica. Si las instalaciones son antiguas, es necesario un control integral completo y más detallista, que incluya prueba de hermeticidad, control de artefactos y conexiones de los mismos.
¿Qué consecuencias puede tener utilizar un artefacto en piloto todo el tiempo y no tener el control adecuado?
“Puede suceder que se carbonice el pico y se apague. El peligro radica sobre todo en los artefactos que no tienen válvula de seguridad, ya que al apagarse quedarían perdiendo gas”, detalla Rodríguez.
Verificar las instalaciones también resulta clave: “Los niveles de circulación son los que marca el reglamento, las rejillas de ventilación dependen de la cantidad de artefactos que haya en el ambiente y la cantidad de cm2 que haga falta. Cuanto más artefactos tenga un ambiente más ventilación va a requerir. Tambien es sumamente importante respetar las indicaciones sobre cómo deben colocarse las rejillas: La rejilla inferior se deberá colocar a 30 cm del nivel de piso y la superior a 1.80 metros del nivel del piso”, agrega el profesional matriculado.
“Las intoxicaciones con CO son prevenibles y la forma de hacerlo es teniendo la constancia de hacer revisar los artefactos todos los años. No pensarlo como un gasto, sino como una inversión en seguridad. Y si es posible, tener un medidor de CO en el ambiente”, agrega finalmente la Dra. Cortese.
Los 15 consejos útiles de MetroGAS:
- Si hay instalado un detector de monóxido de carbono, que esté activado siempre.
- Mantener las hornallas de la cocina limpias de líquidos y alimentos porque eso obstruye los quemadores y genera una mala combustión.
- Aprovechá al máximo la capacidad calórica de los artefactos, no los tapes con cortinas ni muebles.
- Los artefactos de gas instalados en baños o dormitorios sólo deben ser de tiro balanceado.
- Dejá siempre una rendija abierta; es importante que haya circulación libre de aire desde el exterior.
- Si vas a habitar una vivienda que ha permanecido cerrada por mucho tiempo, hacé revisar las instalaciones internas por un gasista matriculado.
- Consejos para el mantenimiento de las instalaciones de gas
- Verificar que los conductos de ventilación de un artefacto no tengan ningún tipo de angostamiento, escalonamiento o acople en su recorrido hacia el exterior. Cualquier tipo de obstrucción –como los nidos de pájaros o roedores- generará que el CO se acumule y vuelva al interior de la vivienda.
- Realizar trabajos de limpieza, pintura o construcciones de los conductos de evacuación con un gasista matriculado en la zona de distribución correspondiente, ya que, si estos no son correctamente reinstalados, pueden ocasionar un accidente.
- No está permitido el uso de caños corrugados para la ventilación de los artefactos de combustión, ya que evacuan un 30 por ciento menos que el caño liso.
- No colocar artefactos a gas en baños o dormitorios (excepto que sean de tiro balanceado).
- No utilizar hornallas y hornos de la cocina para calefaccionar el ambiente. Esto es sumamente peligroso.
- Cuando compres un artefacto, verifica que esté aprobado por un organismo certificador. Debe tener adherida la oblea con el sol naciente que dice “Gas”.
- Los artefactos de tiro balanceado NO deben dirigir sus gases quemados a ambientes cerrados.
- Todas las Distribuidoras tienen listados a disposición de los clientes con la nómina de instaladores matriculados de acuerdo con categorías que se otorgan para ejecutar determinados tipos de trabajos.