A raíz de un brote de triquinosis que ya afectó, al menos, a 118 personas de nueve municipios bonaerenses, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires entrega para EL DEBATE una serie de recomendaciones para prevenir su contagio.
La Triquinosis es una enfermedad propia de los animales, que puede transmitirse incidentalmente a las personas, que se genera por el parásito del género Trichinella spp, según informó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Van las recomendaciones
▪ Consumir carne de cerdo y derivados frescos bien cocidos, cocinándolos hasta que desaparezca el color rosado (la temperatura en el centro del alimento deberá ser de 71°C por al menos un minuto). Otros métodos de cocción, como salar o ahumar la carne, no son suficientes para matar al parásito.
▪ Adquirir en comercios habilitados los productos derivados, chacinados y embutidos, como jamón, panceta, longaniza y chorizos, entre otros, y verificar con su etiqueta que hayan sido elaborados por empresas autorizadas por el SENASA que especifique marca, identificación del lote, fecha de elaboración y de vencimiento, identificación del establecimiento elaborador y registro ante la autoridad sanitaria (RNE Y RNPA).
▪ Evitar la venta callejera, al paso o ambulante, de estos alimentos.
“El contagio se produce por ingerir carne o derivados cárnicos, crudos o mal cocidos que contengan larvas del parásito vivos”, explicó María Eugenia Rimoldi, licenciada en Nutrición (MP 2619), matriculada en el Colegio de Nutricionistas bonaerense. Y agregó: “En nuestro país la principal fuente de infección es el cerdo doméstico”.
Los síntomas de esta enfermedad son: fiebre, dolores musculares, diarrea, vómitos, hinchazón de párpados y picazón. Ante estos síntomas es importante acudir de inmediato al centro de salud más cercano, ya que cuánto más temprano se detecte la enfermedad, más rápida y efectiva será la cura.
Si bien hay medicamentos para tratar la infección reciente, no hay un tratamiento específico para la triquinosis una vez que las larvas invaden los músculos. Los quistes musculares que se forman a partir de estas larvas pueden perdurar desde meses hasta años. Los analgésicos alivian el dolor muscular.