Hacer 150 minutos de ejercicio por semana durante al menos seis años consecutivos durante la mediana edad reduce más de un 30% el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca, según un estudio realizado por investigadores del hospital universitario norteamericano Johns Hopkins Medicine, que analizaron más de 11.000 adultos durante 19 años.
El estudio, publicado en la revista “Circulation”, demostró además que pasar seis años sin realizar actividad física durante esa etapa de la vida se relaciona con un mayor riesgo de ese trastorno, que según estadísticas oficiales se convirtió en los últimos 20 años en la principal causa de muerte en la Argentina.
“En términos cotidianos, nuestros hallazgos sugieren que realizar los 150 minutos recomendados de actividad moderada a vigorosa cada semana en la mediana edad, como caminar rápido o andar en bicicleta, puede ser suficiente para reducir el riesgo de insuficiencia cardíaca en un 31%”, explicó Chiadi Ndumele, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y autor principal del informe.
“La población de personas con insuficiencia cardíaca está creciendo, ya que cada vez viven más y sobreviven a ataques y otras formas de enfermedad cardíaca”, dijo por su parte la becaria de Cardiología de esa universidad Roberta Florido.
Varios estudios, comentó Florido, sugieren que las personas más activas físicamente tienen menores riesgos de insuficiencia cardíaca que aquellas menos activas pero se sabía poco sobre el impacto de los cambios en los niveles de ejercicio en el tiempo y su relación con esa condición cardiológica.
EL MONITOREO
Los investigadores utilizaron datos de 11,351 participantes, a los que estudiaron durante 19 años. La edad promedio era 60, el 57% eran mujeres.
Los participantes fueron monitoreados anualmente durante eventos de enfermedad cardiovascular como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca mediante entrevistas telefónicas, registros hospitalarios y certificados de defunción. En el transcurso del estudio, hubo 1.693 hospitalizaciones y 57 muertes por insuficiencia cardíaca.