ATRAVESANDO MIEDOS

Por Ricardo Igic – Hay canciones que llegan al corazón, otras que se van sin dejar huellas, están las que dejan una marca en el alma porque las escuchamos en un momento en donde estamos vulnerables y la letra o la música parecen haber sido compuestas justo para ese momento.

Una de mis favoritas es la compuesta por Alejandro Lerner “Volver a empezar”; una canción dura y visceral, capaz de sacudir los cimientos emocionales de cualquier individuo, una canción que desnuda la más profunda sensación humana que es la soledad, la realidad de que lo que fue’ ya no es y la Esperanza de que algo nuevo llegara’.

Luego de llevar al oyente a través de la cruda experiencia de contemplar la vida por el Espejo retrovisor observando como aquellas cosas que fueron importantes quedaron en el pasado y lo que permanece es una profunda sensación de vacío Alejandro expresa un desafío al futuro que solo presenta “miedos” declarando que “seguiré adelante atravesándolos”

Cuando la vida nos encuentra mirando hacia atrás con un dejo de nostalgia y cuentas pendientes y al enfocarnos en el futuro solo aparecen miedos (miedo a lo desconocido, miedo a la vejez, miedo a la enfermedad, miedo a la soledad, miedo a ser ignorado , miedo a no ser tenido en cuenta, miedo a haber perdido tiempo, miedo a perder el trabajo, miedo a perder las fuerzas para trabajar…la lista es larga) es allí cuando es imperativo tener la claridad de visión para entender que los miedos estarán, pero si yo no “sigo Adelante atravesándolos “ me condeno a mí mismo a quedarme a la vera del camino y convertirme en un monumento al fracaso.

La naturaleza humana tiende a buscarle la vuelta a las cosas intentando llegar a donde se quiere ir rodeando obstáculos cuando se presentan, ese rodear obstáculos generalmente deriva en una rotonda de la que es difícil salir; lo que Alejandro propone con su canción es mirar al miedo a los ojos y avanzar en su dirección, no en la opuesta.

El miedo es una reacción emocional a un peligro imaginario o real, si permito que el miedo me paralice, habré perdido la batalla antes de pelearla, pero si haciéndome cargo de mis miedos levanto la cabeza, tomo la lanza con mis manos y comienzo el duro y exhilarante camino de atravesarlos, podré estar en paz conmigo mismo y con mi destino.