El índice IPOD de CAME, que mide las diferencias promedio entre el importe de origen y góndola para 25 alimentos del campo, mejoró 6,5% en el comienzo del año, impulsado por la abrupta caída en la diferencia de la pera. Sin embargo, la participación del agricultor en los valores finales del promedio de los productos relevados se redujo levemente a 24,8%. Esta estadística es confirmada también en nuestra ciudad ya que el Centro del Comercio e Industria, es consultado y este mercado local, es así relevado en sintonía con la CAME.
La brecha de precios entre lo que paga el consumidor y lo que recibe el productor por los alimentos agropecuarios bajó 6,5% en enero alcanzando un valor promedio de 4,44 veces.
La mejora del mes se explica principalmente por la caída abrupta en la brecha de la Pera, que pasó de un importe de 12,36 veces en diciembre a 5,32 veces en enero. Eso se debió a la menor oferta de esa fruta, que forzó un incremento de 112,1% en el desembolso al agricultor sin que eso repercuta en el monto de góndola.
Los datos surgen del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora CAME para una canasta de 25 alimentos agropecuarios que se consumen en fresco. Para elaborar el indicador se tomaron los importes diarios online de los principales supermercados del país y más de 500 valores de verdulerías y mercados para cada producto. De las referencias se desprende que: En enero, el IPOD agrícola alcanzó una precio de 4,48 veces, 10,4% abajo de diciembre y 13% inferior a enero del año pasado.
El IPOD ganadero, en cambio, subió 4,5% en el mes, ubicándose en 3,91 (casi el mismo valor de noviembre pasado), pero 7,5% menor a un año atrás.
A pesar de la merma en la diferencia entre lo que paga el cliente y el costo de las frutas y verdura en la tranquera, al salir del campo, la participación promedio del cosechador en la suma final del alimento bajó a 24,8%.