Ciencia: crean el mayor árbol genealógico de la humanidad

Está formado por 13 millones de personas de once generaciones y fue publicado por la revista Science.

¿Cuántos de nosotros sabemos el nombre de nuestros tatarabuelos? ¿Y de sus tatarabuelos? En la Argentina, la retrospección de la “historia familiar” suele alcanzar hasta los bisabuelos y antecesores que, sabemos, en su mayoría emigraron desde Europa. Pero un grupo internacional de investigadores fue mucho más allá: crearon un árbol genealógico que une a 13 millones de personas de 11 generaciones.

Los investigadores hicieron un inmenso trabajo: elaboraron 5,3 millones de árboles inconexos, entre los que está el superárbol de las 13 millones de personas. El trabajo se publicó el pasado jueves en la revista científica Science.


 

El logro fue posible gracias a 86 millones de perfiles genealógicos públicos interconectados online. El nuevo conjunto de datos refleja cómo se produjeron las migraciones y los matrimonios en Europa y América del Norte durante los últimos 500 años. Además, los investigadores validaron sus resultados utilizando datos de ADN disponible para algunas genealogías.


 

“Toda la humanidad es parte de la misma familia”, dijo el autor del estudio, Yaniv Elrich, genetista e informático de la Universidad de Columbia (EEUU).

“Según la matemática, si cada persona pudiera proyectar 75 generaciones, completaríamos el árbol genealógico de la humanidad, que conectaría a todo el mundo: desde un aborigen en Australia, pasando por una persona europea o africana, hasta un inuk en Alaska”, explicó Elrich. “Y 75 generaciones no es tanto, son unos 2.000 años; no hablo de volver a la prehistoria”, agregó.

 

Entre otros hallazgos, el estudio determinó que antes de 1750, la mayoría de los estadounidenses encontraron un cónyuge dentro de un rango de 10 kilómetros del lugar donde nacieron, pero para los nacidos en 1950, esa distancia se había extendido a cerca de 100 kilómetros.

Entre 1820 y 1875, la llegada del transporte público masivo por el uso del ferrocarril aumentó la distancia para encontrar pareja. Pero esto no redujo la consanguinidad en los matrimonios, que seguían siendo entre familiares cercanos hasta por lo menos 1850.

 

En una observación relacionada, descubrieron que las mujeres en Europa y EEUU emigraron más que los hombres en los últimos 300 años -posiblemente por las oportunidades laborales de sus parejas en los negocios familiares–, pero cuando ellos se desplazaban, en promedio, lo hacían significativamente más lejos.