COMO A LOS NAZIS, LES VA A PASAR…

Por Eduardo Rivas – La primera quincena de julio llegó con buenas noticias, el 3 de julio la muerte del represor Miguel Ángel Etchecolatz, mano derecha de Ramón Camps durante la dictadura militar, y que ostentó el triste record de ser el genocida con mayor cantidad de condenas. Murió sin arrepentirse de los delitos que cometió y sin brindar información para intentar acercar un poco de paz a las familias de las víctimas de la represión ilegal y terrorismo de Estado. Murió y hay que celebrarlo, porque como diría Mario Benedetti en su ‘Obituario con hurras’, ‘vamos a festejarlo | a no volvernos flojos | a no olvidar que éste | es un muerto de mierda’… parece hecho a medida porque Etchecolatz es un muerto de mierda.

Pero también hay vivos de mierda.

Y de algunos de ellos también llegaron buenas noticias el pasado 6 de julio, cuando el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de San Martín, integrado por los Dres. Daniel Omar Gutierrez, Silvina Mayorga y Nada Flores Vega, presidido por el primero de los nombrados, junto a la Secretaria de Cámara Déborah Egle Damonte, dictaron sentencia en las Causas 3005 (FSM 27004012/2003/TO10) y acumuladas 2978 FSM 27004012/2003/TO8; 2984 FSM 27004012/2003/TO9; 3084 FSM 27004012/2003/TO13; 3177 FSM 27004012/2003/TO15; 3223 FSM 27004012/2003/TO19; 3239 FSM 27004012/2003/TO25; 2489, 2604 FSM 1792/2012/TO1; 2662 FSM 2797/2012/TO1; 2486 FSM 705/2012/TO1; 3359 FSM 27004012/2003/TO28 y 3485 FSM 27004012/2003/TO33.

¿Qué se investigaba allí? El plan sistemático de desaparición de personas que desde las más altas esferas del Estado, usurpado por las Fuerzas Armadas, se implementó para la desaparición de personas durante la dictadura militar en lo que se dio en llamar Área 400, la zona de Zárate-Campana donde el Terrorismo de Estado asestó algunos de sus golpes más fuertes por considerar que en el corredor ribereño al Paraná, sede de gran parte de las industrias más combativas, era un caldo de cultivo para el pensamiento disidente y éste debía ser erradicado.

Inicialmente la investigación estuvo a cargo del entonces Juez Federico Faggionatto Márquez, el mismo que fuera removido de su cargo a finales de la década inicial de este siglo junto al actual Secretario de Gobierno municipal Juan Manuel Arroquigaray (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2019/02/01/nada-se-pierde-todo-se-transforma/), y durante la investigación se probó la existencia de 9 centros clandestinos de detención, la actual Base Naval, el edificio de Prefectura y el Instituto de Formación Naval de Zárate, la ex Fábrica Militar de Tolueno Sintético, el Buque ARA Murature, el ex Tiro Federal de Campana y las comisarías de Zárate, Escobar y Campana. En su pronunciamiento Faggionatto afirmó que ‘se ha probado hasta el momento que en el ámbito territorial del juzgado de Campana (Baradero, Campana, Escobar, Exaltación de la Cruz, Pilar y Zárate) existió un circuito clandestino de represión, tortura y detención en el período comprendido entre marzo de 1976 a diciembre de 1983, que estaría encabezado por miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad’.

¿A quiénes se juzgó? Al ex jefe de Institutos Militares Santiago Omar Riveros y al Jefe del Área 420 ‘Escuela de Comunicaciones’, Luis Sadi Pepa; al Jefe del Área 470, Eugenio Guañabens Perelló; al ex jefe del Departamento de Inteligencia, Luis Del Valle Arce; al jefe de Contrainteligencia, Carlos Javier Tamini; a los agentes civiles de Inteligencia del Batallón 601 del Ejército, Carlos Eduardo José Somoza y Miguel Conde; ex militar del Departamento de Inteligencia, Mario Rubén Domínguez; al Jefe del Área 400, Francisco Rolando Agostino, y al integrante del Área 400, Luis Pacífico Britos, los ex militares Hugo Miguel Castagno Monje, Bernardo Caballero, Ramón Vito Cabrera y Carlos Alberto Rojas, el ex marino Alfredo Oscar Arena, el ex gendarme Roberto Julio Fusco; el ex agente de inteligencia de marina Federico Ramón Ramírez Mitchell, y los ex policías Arnaldo Jorge Román y Carlos Daniel Caimi.

Entre las víctimas se cuentan muchos vecinos de Zárate, entre ellos Mario Alberto Nebulosi (Caso 10. Vecino de Zárate. Trabajador de Dálmine), Mario Palucci (Caso 339. Vecino de Zárate. Militante de Juventud Guevarista), Carlos Julio Baes (Caso 341. Vecino de Zárate. Militante de Juventud Guevarista), Luis Carlos Caffaro (Caso 366. Vecino de Zárate. Obrero del frigorífico), Mario Humberto Mariani (Caso 367. Vecino de Zárate. Estudiante del Colegio Estrada), Ricardo Alberto Monteiro (Caso 379. Vecino de Zárate. Militante de Juventud Guevarista), Aldo Felipe Berra (Caso 380. Vecino de Zárate. Dirigente gremial del Gremio Químicos), Miriam Coutada (Caso 388. Militante peronista), Rubén Roberto Rossi (Caso 397. Vecino de Zárate. Comerciante), Luis Bernardo Rodríguez (Caso 398. Vecino de Zárate. Trabajador de Dálmine), Eugenio Antonio Guasta (Caso 399. Vecino de Zárate. Comerciante), Ricardo Guerrero (Caso 400. Vecino de Zárate. Trabajador de Dálmine), Luis Alberto Ramírez, Silvia Dora Liaudat y Eduardo Caram (Caso 434. Vecinos de Zárate. Militantes peronistas.)

¿Y qué resolvió el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de San Martín? Inicialmente, DECLARAR que los hechos objeto de este proceso son constitutivos de crímenes de lesa humanidad y, en consecuencia, los delitos son imprescriptibles, y tras descartar algunos planteos que habían realizado las defensas, los jueces condenaron a prisión perpetua a Santiago Omar Riveros y al Jefe del Área 420 “Escuela de Comunicaciones”, Luis Sadi Pepa; al Jefe del Área 470, Eugenio Guañabens Perelló; al ex jefe del Departamento de Inteligencia, Luis Del Valle Arce; al jefe de Contrainteligencia, Carlos Javier Tamini; a los agentes civiles de Inteligencia del Batallón 601 del Ejército, Carlos Eduardo José Somoza y Miguel Conde; al ex militar del Departamento de Inteligencia, Mario Rubén Domínguez; al Jefe del Área 400, Francisco Rolando Agostino, y al integrante del Área 400, Luis Pacífico Britos. Además, fueron condenados los ex militares Hugo Miguel Castagno Monje a 22 años de prisión; Bernardo Caballero a 20 años y Carlos Alberto Rojas a 13 años. Por su parte, el ex marino Alfredo Oscar Arena recibió la pena de 12 años de cárcel; el ex gendarme Roberto Julio Fusco pena de 11 años y 6 meses; el ex agente de inteligencia de marina Federico Ramón Ramírez Mitchell recibió 11 años de prisión; el ex militar Ramón Vito Cabrera 10 años y 6 meses; y los ex policías Arnaldo Jorge Román 9 años y 6 meses y Carlos Daniel Caimi 4 años.

Una vez más la Justicia, restablecida en 1983 y a partir del histórico Juicio a las Juntas Militares, puso en el banquillo de los acusados a quienes ostentaron el poder de decidir sobre la vida de los argentinos dándoles la oportunidad que no le dieron a sus víctimas, el ser juzgados a la luz del día y bajo el respeto de la ley, teniendo oportunidad de defensa y resguardo de sus derechos.

Porque los derechos humanos son para todos, pero el terrorismo de Estado lo practicaron algunos, y esos tienen nombres y apellidos. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de San Martín nombró y condenó a alguno de ellos. Bajo ningún punto de vista puede pretenderse equiparar el accionar de grupos guerrilleros que procuraban la toma del poder como tantos grupos guerrilleros a lo largo de la historia, incluso muchos que llamamos héroes nacionales porque compartimos sus valores y triunfaron, con quienes debían defender la ley y la violaron.

Al fin de cuentas, el Juicio en San Martín no es más que la consecuencia de aquello que cantamos en cada marcha, ‘como a los nazis, les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar’, para que sean juzgados y purguen sus condenas en una cárcel común. Y que cuando mueran, como Etchecolatz, podamos celebrarlo. Y recordar las palabras de don Mario, y gritar a los cuatro vientos ‘vamos a festejarlo | vengan todos | el crápula se ha muerto | se acabó el alma negra | el ladrón | el cochino | se acabó para siempre | hurra | que vengan todos | vamos a festejarlo | a no decir | la muerte | siempre lo borra todo | todo lo purifica | cualquier día | la muerte | no borra nada | quedan | siempre las cicatrices | hurra | murió el cretino | vamos a festejarlo | a no llorar de vicio | que lloren sus iguales | y se traguen sus lágrimas | se acabó el monstruo prócer | se acabó para siempre | vamos a festejarlo | a no ponernos tibios | a no creer que éste | es un muerto cualquiera | vamos a festejarlo | a no volvernos flojos | a no olvidar que éste | es un muerto cualquiera | vamos a festejarlo | a no volvernos flojos | a no olvidar que éste | es un muerto de mierda’.

Porque es mentira que la muerte no se le desea a nadie, a muchos se les desea, y a algunos, después de una cuota de sufrimiento.
Julio trajo buenas noticias… Julio no terminó.

NOTA: Las historias de vida fueron compartidas de los siguientes sitios:
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