Por DANIEL A. VOGEL | DIRECTOR – Estamos transitando ya, la segunda quincena del mes de mayo, acercándonos lentamente al frío invierno argentino. Quería reflexionar con ustedes en esta columna dominical, sobre el título de una de las series qué Netflix ha posicionado como las más favoritas del planeta: la casa de papel.
Viniendo a la Argentina, en tiempos del gobierno kirchnerista, Amado Boudou, ex ministro de economía y vicepresidente de la nación Argentina, fue procesado y encarcelado durante años, acusado de querer quedarse con la fábrica de papel de billete nacional: Ciccone Calcográfica.
Ahora bien, estamos en pandemia, estamos atravesando la emergencia sanitaria no solamente en Argentina, sino en todo el mundo y, la fábrica de billetes, la casa de papel de nuestro país está a full, cómo se diría a toda máquina.
Señores, se emite sin parar. Ya se habla que en los próximos días aparecerá en circulación un billete de 5000 pesos argentinos (luego vendrá el de 10 o 50 mil), ya que, aunque estemos en pandemia, aunque casi no haya actividad comercial hace más de 2 meses, los precios de alimentos, medicamentos, indumentaria y otros, siguen teniendo una injustificada inflación e incrementos permanentes -aunque el Estado diga que los controla-, en sus costos.
Claro, todos estamos pendientes de los infectados diarios, pendientes sí en los barrios humildes o marginados, las villas de emergencia, ahora llamadas barrios, se incrementan los casos, sí son los geriátricos el objetivo número uno del COVID-19, y también, si el pico de infectados crece, o qué cantidad de personas mueren o se sanan diariamente en el marco de la pandemia del Coronavirus.
Mientras todo esto ocurre, en la Argentina hubo una devaluación encubierta del dólar o del peso sobre el dólar, de casi el 50% y, de eso casi no se habla.
Insólitamente también, el Estado nacional propone para aquellas empresas que tengan deudas o que no puedan pagar sueldo, créditos. Algunas de estas soluciones, por cierto, muy difíciles de alcanzar para Pymes y medianas empresas, aunque sean a cero intereses. Pero, es el mismo estado, el que, en el orden municipal, provincial y nacional, adeuda pagos a las mismas empresas, que no asume y, se constituye en moroso. Irónicamente, por estos días a los mismos que le debe, le quiere entregar créditos sin intereses.
El sentido común diría, si emitís paga primero, luego inventa créditos.
Quien escribe no es economista ni tampoco, político. ¿Alguien podrá responder racionalmente esta situación, qué por simple deducción y sentido común, ello se choca entre sí?
Simple, si el estado paga lo que debe, las empresas no entrarían en mora y, por lógica, en muchos casos no necesitarían recurrir a crédito alguno.
Así la cadena de pagos está en jaque en nuestro país, como también lo está la propia República Argentina, a días de terminar una negociación muy complicada, y que, de fracasar, nuevamente nos pondrá en situación de default internacional.
Mientras tanto, esta semana quien escribe tuvo la satisfacción de un regalo de un buen amigo, que me envió un vídeo que a continuación puede ver, y que muestra el valiente accionar del Escuadrón de Perros de la Infantería de Marina en las Islas Malvinas, en el marco de la guerra contra los piratas ingleses en el conflicto del Atlántico Sur en el año 1982, donde un perro, que lleva mí mismo apellido, se convirtió en héroe de la patria.
Que tenga, feliz domingo y una cuarentena asumida, para bien de todos.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…