Josko Gvardiol y Mislav Orsic anotaron los goles croatas; había empatado transitoriamente Achraf Dari, todos en la etapa inicial.
Croacia le ganó esta tarde a Marruecos por 2 a 1 en el estadio Khalifa Internacional de Doha y finalizó en el tercer puesto del Mundial Qatar 2022 después de conseguir subcampeonato en Rusia 2018.
Con tantos de Josko Gvardiol (5m.) y Mislav Orsic (42m.), el seleccionado de Zlatko Dalic aseguró un triunfo que le permitió acceder al podio por segunda edición consecutiva en la despedida mundialista de su capitán Luka Modric (37 años), al que la FIFA premió con el Balón de Oro hace cuatro años en Moscú.
Croacia cerró su participación en Medio Oriente con una única derrota frente a Argentina en semifinales y el mérito de haber eliminado a Brasil, uno de los máximos favoritos, a través de los penales, en cuartos de final. El tercer puesto equipara la actuación en Francia 1998.
Marruecos, cuyo empate transitorio lo consiguió Achraf Dari (9m.PT), concretó el mejor Mundial de la historia para un seleccionado de África, lo que fue largamente celebrado por su numerosa y atronadora parcialidad. Los triunfos ante España y Portugal en octavos y cuartos respectivamente fueron sus momentos cumbre en la competencia.
Ambos dejaron en claro desde el comienzo del partido que no estaban dispuestos a repetir el apático 0-0 de la primera fase con el que debutaron en esta Copa del Mundo.
Entonces a los 9 minutos ya estaban 1-1 tras de aprovechar defensivos que propinaron goles de cabeza de Gvardiol – el joven defensor que persiguió a Leo Messi en vano en el tercer gol de la semifinal- y Dari.
Los dos jugaron sin presiones, entregados al espectáculo, con algunas fallas de concentración, especialmente en el seleccionado marroquí, que no tuvo la impermeabilidad defensiva de los partidos ante España o Portugal.
El juego se hizo abierto, entretenido de ver, con una sensación constante de peligro. En ese dinámica, Croacia fue más peligroso por la pegada de Luka Modric y su ataque ancho, que producía calles internas hacia el arco de Boco.
El DT serbio Zlatko Dalic propuso una formación ambiciosa, con Ivan Perisic -habitual delantero/medio ofensivo- en el rol de falso lateral izquierdo para disponer el factor sorpresa.
Además intentó la recuperación de la pelota cerca del área rival y ello le reportó el segundo gol, magistralmente anotado por Orsic con un tiro colocado al segundo palo después de ingresar al área sin marcas por el sector de Hakimi.
Marruecos se apagó paulatinamente después del 2-1 y comenzó a depender demasiado del pie de Ziyech. Los cambios intentados por Walid Regragui no dieron el resultado necesario para encauzar un partido con mejor perspectiva para los europeos.
Hakimi no lograba pesar en ataque y cada vez que se proyectaba dejaba un hueco. El compañero de Messi en París Saint-Germain reclamó de forma vehemente por un supuesto penal a los 30 minutos, en la jugada siguiente a otro reclamo de Gvardiol tras caer aparatosamente en el área.
El partido perdió calidad de juego cuando Croacia se dedicó a conservar la ventaja en los últimos 25 minutos. Marruecos se apoderó de la pelota pero jugó lejos de Livakovic, aunque sobre el final tuvo un par de ocasiones para llegar la definición al tiempo extra.
POR FERNANDO BIANCULLI (FUENTE: TÉLAM)