Son herramientas fundamentales para el diagnóstico temprano y la eliminación de lesiones precursoras. En diálogo con Infobae, los expertos del Instituto Alexander Fleming detallaron en qué consisten y a qué edad se recomiendan.

La videocolonoscopia es el método más eficaz para detectar el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales (Gettyimages)

La videoendoscopia digestiva alta y la videocolonoscopia son dos de los procedimientos más utilizados en el diagnóstico de enfermedades del sistema digestivo. Ambas técnicas son fundamentales para detectar, de manera temprana, patologías que pueden ir desde inflamaciones crónicas hasta diversos tipos de cáncer.

Sin embargo, a pesar de los beneficios de su realización, muchas personas postergan estos estudios, ya sea por miedo, falta de información o desconocimiento sobre cuándo deben llevarse a cabo. Esta demora puede tener graves consecuencias, ya que impide la detección precoz de enfermedades que, de haberse identificado a tiempo, habrían sido tratables con mayor éxito.

El cáncer colorrectal (CCR) es el segundo tipo de cáncer más frecuente en Argentina, con un promedio de casi 16.000 nuevos casos diagnosticados cada año.

“Según los datos reportados por SIVER-Ca (Sistema de Vigilancia Epidemiológica y reporte del Cáncer), en 2019 se registraron 7.502 fallecidos por cáncer colorrectal, siendo la segunda causa de muerte por cáncer en nuestro país y representó el 12.12% del total de fallecimientos por tumores malignos”, precisó a Infobae el oncólogo clínico Juan Manuel O’Connor (MN 102684), jefe del área tumores gastrointestinales del Instituto Alexander Fleming (IAF).

En tanto, la videoendoscopia digestiva alta permite identificar signos tempranos relacionados con diversos tipos de cáncer, como los que afectan el estómago, duodeno, esófago y el linfoma de no-Hodgkin. Estos tumores representan aproximadamente 10.000 casos al año, según los datos más recientes del Ministerio de Salud de la Nación. Por lo tanto, la combinación de la videoendoscopia y la videocolonoscopia es crucial, ya que juntas contribuyen al diagnóstico de cerca del 20% de los cánceres detectados en el país.

¿A partir de qué edad recomiendan realizar una videocolonoscopia?

El cáncer colorrectal es el segundo tipo de cáncer más frecuente en Argentina (Getty Images)

La videocolonoscopia (VCC) es el estudio más eficaz para detectar el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales, cuando las posibilidades de tratamiento y cura son significativamente mayores.

Este procedimiento se recomienda, en la mayoría de los casos, a partir de los 45 años como medida preventiva, y deben repetirse cada 5 o 10 años. En algunos pacientes con antecedentes familiares de cáncer colorrectal o aquellos que presentan síntomas sospechosos, este estudio se indica a una edad más temprana o con mayor frecuencia.

El doctor O’Connor señaló que “si bien las guías y documentos del INC (Instituto Nacional de Cáncer en Argentina) recomiendan el inicio del tamizaje programático a partir de los 50 años para personas de riesgo promedio, hoy se propone su inicio a edad más temprana por el incremento de la incidencia de esta patología en menores de 50 años”.

La doctora Sandra Emma Canseco, gastroenteróloga y coordinadora de Endoscopía del Instituto Alexander Fleming explicó a Infobae que “la videocolonoscopia es un método diagnóstico y a la vez también terapéutico , que permite la exploración del recto, todo el colon y los últimos centímetros del intestino delgado (conocido como íleon), lo que facilita no solo el diagnóstico de cáncer, sino también de otras patologías como los pólipos —lesiones que, si no se tratan, pueden volverse malignas—. Además, la videocolonoscopia tiene la ventaja de poder extirpar esas lesiones en el momento para un posterior análisis, lo que evita en muchos casos la necesidad de intervenciones adicionales.

La videoendoscopia terapéutica permite intervenir de manera inmediata cuando se detectan lesiones

Se realiza a través de un tubo flexible con una cámara de video en su extremo, cuya imagen se ve a través de un monitor. “Este tubo cuenta con un canal en su interior en el que se pueden introducir distintos instrumentos, para la toma de biopsia y la extirpación de lesiones”, detalló la gastroenteróloga.

Es importante saber que la videoendoscopia no solo es diagnóstica, sino también terapéutica, ya que permite intervenir de manera inmediata cuando se detectan lesiones. Además de los pólipos, la colonoscopia puede identificar las causas de sangrados digestivos, detectar divertículos y diagnosticar enfermedades inflamatorias del intestino, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Esto la convierte en una herramienta versátil y de vital importancia para el manejo integral de la salud digestiva.

“La VCC es el método más exacto para detectar el cáncer de colon. Si bien existen también otras pruebas, su ventaja es que llega a hallar lesiones potencialmente malignas (denominadas pólipos), que se extirpan en el momento para un posterior estudio. Además, muchas veces detecta las causas de los sangrados, por lo que generalmente se puede dar un tratamiento en el momento. Por otra parte, identifica los divertículos, angiodisplasias y también se utiliza para en el diagnóstico de enfermedad inflamatoria (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn)”, agrega la doctora Canseco.

La videoendoscopia digestiva alta permite identificar signos tempranos relacionados con diversos tipos de cáncer en el estómago, esófago y duodeno (Getty)

En la videoendoscopia digestiva alta (VEDA) se utiliza un tubo flexible con una cámara para examinar en detalle el esófago, estómago y duodeno. Permite evaluar la mucosa de estos órganos y detectar posibles alteraciones relacionadas con diversas patologías, como hernias, úlceras y gastritis. Además, cuenta con un canal para la toma de muestras y su preparación es sencilla, requiriendo un ayuno de 8 horas para sólidos y 4 horas para líquidos.

Se indica principalmente ante síntomas como acidez, dolor abdominal, reflujo o dificultad para tragar, así como en casos de anemia inexplicable o pérdida de peso. También es útil en pacientes con antecedentes familiares de cáncer o para el seguimiento de enfermedades crónicas como el Esófago de Barrett o la metaplasia gástrica.

Romper la barrera del miedo y la falta de información

A pesar de la importancia de estos estudios, muchos pacientes evitan realizarlos, principalmente debido a la falta de información y el miedo a someterse a un estudio invasivo. La doctora Canseco señala que existen tres razones principales por las cuales las personas postergan estos estudios: “Primero, la falta de conocimiento acerca del procedimiento. Segundo, no entender los beneficios que estos estudios ofrecen. Y tercero, el miedo a la incomodidad del examen, a la sedación o incluso al posible resultado”.

A estas barreras habituales se suma el impacto de la pandemia de COVID-19, que interrumpió muchos chequeos médicos regulares, incluido el tamizaje para cáncer colorrectal. El doctor O’Connor advierte que “la pandemia retrasó muchas de las consultas programadas y la realización de estudios como la colonoscopia, lo que puede tener consecuencias a largo plazo. Actualmente, no existen riesgos asociados a estos estudios y es fundamental que los pacientes los realicen cuando están indicados por el médico”.

El cáncer de colon es la principal causa de muerte por cáncer entre hombres menores de 50 años en EE.UU. (iStock)

Además de superar el miedo o la falta de información, un aspecto clave para la realización de estos procedimientos es la confianza del paciente en el equipo médico.

Por eso es importante que los especialistas en endoscopía cuentan con una amplia experiencia y formación en estas técnicas, lo que garantiza un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. “En el Instituto Alexander Fleming utilizamos equipos de última generación que mejoran la calidad del estudio, facilitan el tiempo de inserción en la colonoscopia y reducen el dolor en un 78%, lo que disminuye el tiempo de sedación”, explica la doctora Canseco.

Los expertos coinciden en que, para muchas enfermedades del sistema digestivo, el tiempo es un factor crucial. Cuanto más rápido se detecten las lesiones o signos de alerta, mayores serán las posibilidades de un tratamiento exitoso. “La medicina hoy apunta a la prevención”, destaca Canseco. “Si detectamos lesiones pequeñas a tiempo, podemos extirparlas antes de que se vuelvan un problema mayor. Incluso cuando se trata de una patología en un estadio más avanzado, la toma de una muestra es fundamental para determinar el tratamiento adecuado, ya sea cirugía o quimioterapia”.