Detectan el origen de las ‘partículas fantasma’ que bombardean la Tierra

Un neutrino proveniente de una galaxia a 4.000 millones de años luz descubre un enigma cosmológico de hace un siglo.

Por primera vez en la historia, un equipo de astrónomos ha dado con el origen de un neutrino cósmico de alta energía procedente de fuera de nuestra galaxia. Las llamadas ‘partículas fantasma’ detectadas en la Antártida el pasado 22 de septiembre de 2017, revela que viajó 4.000 millones de años luz para llegar a nosotros y que esta partícula provenía de un blazar, una galaxia en espiral con un agujero negro masivo en su centro que gira a gran velocidad: objeto extremadamente energético.

Es un descubrimiento sorprendente, que no sólo confirma a los blazar como fuente de neutrinos de alta energía, sino que también establece un nuevo campo de estudio: la astrofísica de neutrinos multi-mensajero (uso de diferentes tipos de detectores reunidos para estudiar el mismo fenómeno). Esta misma técnica fue utilizada en la increíble investigación que confirmó y fotografió estrellas de neutrones en colisión.

Neutrinos de fuera de la galaxia

Los neutrinos extragalácticos de alta energía han sido un enigmático rompecabezas desde su primera detección en 2012, identificados con el detector especializado de neutrinos IceCube en el Polo Sur, aprovechando el hielo antártico. Las partículas subatómicas son raras, pero no son mucho más raras que los neutrinos. Su masa es casi cero, viajan casi a la velocidad de la luz, y realmente no interactúan con la materia normal; para ellos, el universo sería casi incorpóreo. De ahí la denominación de ‘ partícula fantasma’.


Los neutrinos de 2012 también superaban con creces cualquier comparación cercana: la energía del neutrino fue de 300 teraelectronvoltios, más de 100 millones de veces más enérgicos o unas 20 veces más que el LHC, el acelerador de partículas más potente del mundo.


Hay varios miles de estos objetos altamente energéticos conocidos en el cielo; pero habían sido bastante bajos en la lista como posibles fuentes de neutrinos de alta energía.

“Todas las piezas encajan”, concluyó el físico de UW-Madison Albrecht Karle y coautor del trabajo que publica la revista Science. “La llamarada de neutrinos en nuestros datos de archivo se convirtió en confirmación independiente. Junto con las observaciones de otros observatorios, es una evidencia convincente de que este blazar es una fuente de neutrinos extremadamente energéticos y, por lo tanto, de rayos cósmicos de alta energía”.

Fuente: Muy Interesante