La emblemática obra de Héctor Germán Oesterheld será transformada en serie con el rol protagónico de Ricardo Darín y la dirección de Bruno Stagnaro. Claves sobre la historia que rodea a la nevada mortal, pero también sobre el autor y su familia.
El Eternauta, la emblemática historieta de Héctor Germán Oesterheld, será llevada a Netflix en forma de serie, con el rol protagónico de Ricardo Darín y la dirección de Bruno Stagnaro.
La plataforma desplegó carteles por la Ciudad de Buenos Aires, dando a conocer el proyecto, que había tenido un primer intento en 2020, y debió posponerse por la pandemia de Covid.
Los siguientes son diez datos sustanciales acerca de la historia -compleja y profunda- que rodea a la nevada mortal, pero también sobre el autor y familia.
1. Una adaptación con condiciones
La posibilidad de que Netflix produzca para su plataforma a la historieta estrenada en 1957 debió ajustarse a los requerimientos de los herederos de Oesterheld y del dibujante Francisco Solano López. Principalmente, que fuera filmada en Buenos Aires -donde transcurre la historia- y que estuviera hablada en castellano. Tan local resulta que las publicidades y carteles en las calles hacen referencia a marcas y entidades reales, como YPF o Cinzano, y aparecen grafitis de “Vote Frondizi”, por Arturo Frondizi, elegido presidente en 1958.
2. Una obra maestra que comenzó por entregas
Se publicó originalmente por entregas a partir de 1957 en la revista “Hora Cero Semanal”, hasta 1959. Su fecha de aparición, el 4 de septiembre, se instituyó como el Día de la Historieta. En los años cincuenta del siglo XX, previos a la difusión de la TV, las historietas eran un auténtico fenómeno de masas, y aparecían en los diarios, así como en revistas totalmente dedicadas al género. El Eternauta era de esas historias que en su último “cuadradito” mostraba el famoso “continuará”.
3. Una época de invasiones y bombas nucleares
La historia es contemporánea de una época proclive a imaginar invasiones extraterrestres y a convivir con la muy real amenaza nuclear, expresada en las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética, en el marco de la Guerra Fría. Basta recordar la famosa transmisión de la radio CBS de 1938, a cargo de Orson Welles, sobre una supuesta invasión extraterrestre, que desató una ola de locura en todo Estados Unidos.
4. Diferentes dimensiones temporales
Al comienzo de la trama, Juan Salvo se le aparece al autor en su casa, en 1959, pero la invasión alienígena recién tiene lugar en 1963. Este supuesto desfasaje temporal tiene que ver con las dimensiones paralelas que trabaja el relato. De hecho, Salvo, al quedar separado de su esposa y de su hija, comenzó a buscarlas a través de los infinitos “Continum”, y fue así como apareció en la casa del guionista. El personaje se le presenta como “El Eternauta, el viajero de la eternidad”.
5. Antes que nada, una partida de truco
La historia, que refiere a algo tan global como una invasión extraterrestre, comienza con algo sumamente local, como una partida de truco. Juan Salvo está en su casa de Vicente López con su esposa Elena, su hija Martita y sus amigos Favalli, Lucas y Polsky. En ese marco, tan argentino (los amigos y el truco) escuchan en la radio la noticia de una explosión en el océano Pacífico, justo antes de que se corte la luz…
6. Las batallas, en lugares emblemáticos de Buenos Aires
Primero en la General Paz, la autopista que rodea a la Ciudad; después, en el estadio de River Plate. Más tarde, en las Barrancas de Belgrano. Las acciones bélicas prosiguen en Plaza Italia, y concluyen –por así decirlo- en la Plaza del Congreso, donde se ubica la sede de los invasores.
7. Una estructura de dominación
En el marco de las múltiples lecturas que se admiten, no es un dato menor que los cascarudos y los gurbos son controlados por los “manos”, los que a su vez responden a los “Ellos”, quienes nunca aparecen, y mandan a distancia. Una cadena de dominación que podría compararse a una sociedad de clases. En esta historia de resistencia siempre prevalece el héroe grupal. Juan Salvo es uno más con Elena, Martita, Favalli, Lucas, Pablo, Franco y Mosca, más los que eventualmente se van sumando. No hay héroes solitarios ni salidas individuales: es entre todos. Una marca del momento histórico.
8. Las tres versiones fueron escritas durante dictaduras
La primera se inició en 1957 (gobierno de facto de Pedro Aramburu); la segunda versión, con Alberto Breccia, en 1969 (Juan Carlos Onganía), y una segunda parte, en 1976 (Jorge Videla). Es inevitable conectar referencias en los invasores con los métodos de las dictaduras. Tampoco es posible soslayar el mensaje de resistencia a la opresión.
9. Néstornauta, la etapa superior del Eternauta
A partir de 2009, agrupaciones políticas peronistas, más precisamente del kirchnerismo, utilizaron la imagen del Eternauta para ligarla a la figura del expresidente Néstor Kirchner, y las fundieron en un “Nestornauta”. Es la imagen de cuerpo entero del personaje de Juan Salvo con su traje aislante, pero sin portar el fusil y dentro de la máscara del traje se ve el rostro de Néstor Kirchner.
10. La tragedia sobre el autor y su familia
Héctor Germán Oesterheld pasó a la clandestinidad, desde donde finalizó el guión de El Eternauta II. El 27 de abril de 1977 fue secuestrado por un grupo de tareas, en La Plata, y se estima que asesinado al año siguiente. Ya habían sido secuestradas y asesinadas sus cuatro hijas, que también militaban en la Organización Montoneros: Diana (24), Beatriz (19), Estela (25) y Marina (18). Dos de ellas estaban embarazadas. La viuda, Elsa Sánchez, falleció en junio de 2015, a los 90 años. Antes había criado a Martín, el nieto que le fue entregado por las fuerzas represivas luego de asesinar a sus padres.
POR CHRISTIAN CAMBLOR (Télam)