Por Daniel A. Vogel | DIRECTOR – Cuenta regresiva para el recambio de otro gobierno, tiempo de pensar si se puede, en otra cosa que no sea en los constantes aumentos y la depreciación de nuestra destruida moneda y los minados sueldos, así como nos lo va a dejar este gobierno que venía a terminar con la pobreza y la inflación, cosa que era “muy fácil de resolver”.
Es muy cierto que más del 40% votó a los perdedores en las últimas elecciones y, que le faltó muy poquito para llevar la contienda electoral, a la segunda vuelta.
También es cierto que, multitudes juntó antes del 27 de octubre en esas 30 plazas, en 30 ciudades distintas; pero, sin pretender cuestionar a los que convocó en esas marchas y luego en las urnas, hay que analizar como entregará el mando a Alberto Fernández, el próximo 10 de diciembre.
Vergüenza, debe darle a nuestra democracia, la pobreza y el crecimiento de los que en ella caen, cada vez con mayor facilidad, en un país donde nos supimos dar el mote de ser “el granero del mundo” y darle de comer, produciendo alimentos para 400 millones de seres humanos en el planeta.
Vergüenza, debería darle a una larga lista de reiterados dirigentes que parecen tener “contrato de estabilidad” para vivir de la política y, de los pobres por ende; a esos a los que sumergen ante cada período que se termina, en un mar de lamentos y caída de la calidad de vida, sin explicaciones y sin ponerse rojos de la vergüenza que debería darles, por acción u omisión y contra, no sólo la falta de soluciones, sino habiendo hecho en muchos casos, todo lo contrario de lo que prometieron, para ser electos.
¿Pobreza cero? Sí. Cero posibilidades para los cada vez más pobres que sólo ven flaquear el bolsillo con cada gobierno que se va. Y mendigar, más.
QUE LE QUEPA EL SAYO...
