En Argentina, hay alrededor de 130 mil nuevos casos de cáncer por año, siendo el de mama el más frecuente, seguido por colon-recto, pulmón, próstata y riñón.
En el mundo hay unas 3500 líneas de investigación y alrededor de 2 mil productos en etapas de investigación clínica contra el cáncer con el objetivo de lograr que los pacientes vivan significativamente más y mejoren su calidad de vida a través de terapias menos invasivas y con mejor perfil de seguridad.
Especialistas y actores de la industria farmacéutica destacan cómo la investigación y el desarrollo en cáncer han logrado transformar el impacto de este conjunto de enfermedades, dado que a la fecha se han identificado más de 200 tipos de cáncer diferentes.
Tal como refirió Susana Baldini, Directora Médica de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme), la investigación en cáncer “ha permitido el desarrollo progresivo de tratamientos cada vez más eficaces y seguros y mejores formas de cuidar a las personas con cáncer, siempre con el objetivo de incrementar su sobrevida y su calidad de vida, con la meta máxima de curar esta enfermedad o de cronificarla”.
Más allá de que muchos casos de cáncer no están asociados a factores de riesgo prevenibles, investigar más sobre cáncer permitió saber que hasta un 50% de los casos sí lo está y puede evitarse llevando un estilo de vida saludable: ejercicio físico, alimentación variada y equilibrada, ingesta de alcohol limitada o nula, cero tabaco y no exponerse al sol en horarios dañinos, así como el uso de protector solar.
“Hoy sabemos que prácticamente la mitad de los casos de cáncer puede prevenirse a través de esas medidas. Otra medida igual de contundente es tener al día el calendario de vacunación, porque así pueden evitarse muchos casos de cáncer de hígado secundario a hepatitis B, por ejemplo, o de cáncer cérvico-uterino, a través de la vacuna contra el VPH”, sostuvo Baldini.
Por otro lado, la innovación científica también ha permitido alcanzar una tasa de sobrevida promedio del 50% entre quienes son diagnosticados con cáncer, algo impensado poco tiempo atrás. Además, en los últimos años, se ha avanzado enormemente en el desarrollo de medicamentos para estadios avanzados o metastásicos de determinados tipos de cáncer, que están extendiendo la vida de las personas de manera significativa.
Más innovación en cáncer
La actividad clínica en oncología representa la mayor parte de la actividad de I+D de la industria farmacéutica, con innovaciones en muchas modalidades novedosas. Durante la última década, esta se ha centrado cada vez más en terapias con mecanismos de acción específicos e innovadores.
El 75% de los ensayos oncológicos iniciados en 2022 evalúa potenciales terapias contra tumores sólidos. Igualmente, aunque es pequeña la proporción de ensayos en oncohematología, estos crecieron un 30% entre 2017 y 2022, y en 2022 comenzaron más de 550. La mayoría de los ensayos oncológicos se centran en tipos de cáncer poco frecuentes (56% de los que se iniciaron en 2022).
Actualmente, a partir de cifras de un relevamiento interno de CAEME, del total de estudios clínicos en curso en nuestro país, el 25,4% investiga moléculas para distintos tipos de tumores sólidos y un 6,3% para enfermedades oncohematológicas.
“Tal vez lo más innovador sean los distintos mecanismos de acción o categorías de tratamientos sumamente avanzados que están ya disponibles o en desarrollo, a partir de terapias dirigidas, inmunoterapias, terapias celulares o génicas (hay alrededor de 500 de este tipo en desarrollo) e inclusive vacunas preventivas y terapéuticas a partir de, por ejemplo, plataformas como la de ARN mensajero, que permitió el desarrollo de vacunas contra el Covid-19”, subrayó Baldini.
Se espera que haya 29.5 millones de casos de cáncer por año a nivel mundial para 2040, pero, gracias a todo el impacto de la investigación en cáncer, el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos pronostica que para 2030 habrá 22.2 millones de sobrevivientes de cáncer en el mundo.
“La escalada de avances recientes que se ha registrado nos permite ser optimistas respecto del futuro próximo. Confiamos en que estamos cada día más cerca de mitigar este flagelo. Queda mucho por delante, por lo que debemos continuar articulando el trabajo entre los distintos involucrados para encontrar respuestas a las persistentes necesidades insatisfechas, porque sabemos el impacto que el cáncer tiene en la vida de una persona, de todo su entorno, y la carga que presenta para la sociedad en su conjunto”, concluyeron desde Caeme. (DIB)