Frente al aumento de casos de suicidio juvenil y el incremento de personas en situación de calle, el Municipio y la Cámara Pastoral local firmaron este acuerdo de colaboración institucional. La finalidad es coordinar acciones concretas en áreas críticas como prevención del suicidio, rehabilitación en adicciones, acompañamiento espiritual y provisión de refugio durante los meses de invierno.

La firma contó con la participación del intendente Marcelo Matzkin y el presidente de la Cámara Pastoral, Nicolás Vega, junto a representantes de diversas iglesias. El objetivo central consiste en establecer una agenda de trabajo permanente que integre esfuerzos públicos y comunitarios en favor de los sectores más vulnerables.

Este convenio se da en un contexto de alarma social. Según datos recabados por Multimedios EL DEBATE, en las últimas semanas se han registrado varios casos de suicidio en Zárate, incluyendo episodios juveniles que generaron preocupación en la comunidad. La columna publicada el 5 de octubre Suicidio: no todo está perdido, advierte que el suicidio fue la principal causa de muerte entre mujeres de 10 a 19 años en Argentina durante 2023, con 148 casos registrados, lo que evidencia la necesidad de respuestas integrales y coordinadas.

En paralelo, la ONG Restaurando Vidas —con sede en Larrea 2183— relanza por noveno año consecutivo su campaña “Nadie durmiendo en la calle”, brindando abrigo, alimento, higiene y contención emocional a personas en situación de calle. Desde 2017, esta iniciativa se ha implementado durante los inviernos, y actualmente cuenta con el respaldo municipal a través del Operativo “Entre Todos”.

Durante los operativos nocturnos, voluntarios y móviles combinados identifican personas en situación de calle en espacios públicos, ofreciéndoles traslado al refugio y asistencia inmediata. Además de la ayuda material, Restaurando Vidas promueve espacios de escucha, aprendizaje de oficios y apoyo a la reconstrucción personal bajo un enfoque integral.

El convenio formaliza la cooperación entre el Gobierno local y las comunidades de fe, reconociendo el papel de éstas en la contención emocional, la prevención del suicidio y el acompañamiento en procesos de recuperación. Representantes de la Cámara Pastoral destacaron que “la calle no es lugar para vivir, y el dolor no puede ser enfrentado en soledad”.