Una serie de tips vinculados al uso de la calefacción, a la alimentación y al cuidado en general de la salud pueden evitar infecciones respiratorias graves.
A pocos días de la llegada del invierno y ante el aumento de circulación del virus de influenza, el ministerio de Salud de la Nación emitió una serie de recomendaciones apuntando a las personas mayores de 60 años, para evitar cuadros complejos de gripe, que requieran internación.
En las personas mayores, cualquier enfermedad respiratoria puede complicarse, devenir en neumonía y requerir de cuidados especiales en centros de salud. En esa línea, la cartera sanitaria aconseja:
- Evitar cambios bruscos de temperatura, como pueden darse al salir de un hogar muy calefaccionado al exterior;
- Chequear datos de clima y llevar abrigo suficiente;
- Incluir cítricos, verduras de hojas verdes y lácteos en la alimentación, para incorporar vitaminas A, C y D.
- Tomar como mínimo dos litros de agua por día para mantener una buena hidratación;
- Ante algún síntoma nasal o dificultad respiratoria, acudir al médico;
- Ventilar los espacios cerrados;
- Usar tapabocas para asistir a consultorios médicos;
- Vacunarse todos los años contra la gripe entre marzo y junio, para tener anticuerpos en el invierno, y con indicación médica contra el neumococo.
Entre las medidas de prevención generales para todas las infecciones respiratorias, no hay que olvidarse de las esenciales, como lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño; cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo descartable o con el pliegue del codo para evitar contagios; no automedicarse ni usar remedios caseros, ya que hacerlo podría dificultar un diagnóstico correcto, empeorar el cuadro o producir una intoxicación grave.
En otro orden de consejos, el ministerio de Salud también pide atención a ciertas situaciones que pueden causar accidentes domésticos, motivados por las bajas temperaturas del invierno:
- Los braseros y estufas a leña deben ser encendidos y apagados fuera de la casa;
- No usar el horno o las hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente, porque consume el oxígeno, es ineficiente y es caro;
- No poner recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor porque la humedad favorece el desarrollo de hongos;
- No arrojar al fuego plástico, goma o metales, porque desprenden gases y vapores tóxicos.
(DIB) ACR